Castells toma el relevo de Conesa al frente de la Diputación

Marc Castells i Berzosa, alcalde de Igualada, ha sido escogido nuevo presidente de la Diputació de Barcelona en un pleno extraordinario celebrado el 28 de junio.

Castells prometió el cargo con la frase: “Por imperativo legal, con lealtad al pueblo de Catalunya, por la liberación de los presos políticos y por el retorno de los exiliados”. Unas palabras que agradaron a todos los grupos políticos por igual.

Castells coge así el testigo de Mercè Conesa, que marcha al Puerto de Barcelona a substituir a Sixte Cambra. La presidenta saliente oficializó su salida del ente supramunicipal en un pleno extraordinario anterior, en el cual se mostró “convencida de la fortaleza del mundo local” y del papel “decisivo” de la Diputación. Sobre sus años al frente de la misma, Conesa aseguró que “cuando mira atrás” es “inevitable” recordar los “embates” de la crisis, los cuales han obligado a trabajar “más intensamente” para “revertir situaciones que ponían en peligro” servicios fundamentales.
Por su parte, Castells se ha mostrado “feliz” ante una “responsabilidad muy grande”, aunque ya se esté “a final de mandato”. Según Castells, quedan “muchos retos” por conseguir y la administración debe prestar un “servicio de acompañamiento a los alcaldes y alcaldesas”.

El PSC vota a favor
Por otro lado, Castells quiso agradecer el apoyo del PSC en la votación del pleno extraordinario, así, afirmó que “mantienen una colaboración muy estrecha y el PSC conoce muy bien esta casa que ha presidido muchos años”.

Pilar Díaz, portavoz del PSC en la cámara y alcaldesa de Esplugues, deseó éxitos, suerte y aciertos para Castells. Díaz explicó que el PSC dio su voto por la promesa de mantener la legalidad vigente, pero aseguraron que seguirán haciendo una “oposición responsable y constructiva”, y que desde la oposición seguirán “trabajando al servicio de los ayuntamientos y la ciudadanía”.

Durante la toma de posesión de Castells tuvo lugar, simultáneamente, una concentración de trabajadores de la Diputación frente a las puertas de su sede. Los trabajadores reivindicaban mejoras laborales de la plantilla.