Los Mossos y la policía local tuvieron que acceder desde fuera a través de medios mecánicos. El animal fue trasladado a un centro de recogida, donde se está recuperando y ya no peligra su vida.
La perra vivía en un balcón, rodeada de sus heces y orín y totalmente abandonada. Tanto que su vida corría peligro. Ante esta situación, los vecinos de la comunidad de Esplugues donde estaba el animal avisaron a la policía.
Los agentes de la policía local y los Mossos se personaron y comprobaron in situ el estado en el que vivía la perra, en un balcón de dimensiones reducidas y con unas condiciones sanitarias deplorables. La perra estaba delgada, sucia y con síntomas evidentes de poco cuidado, como las uñas de las patas muy largas, signo de poca movilidad. Además, no tenía acceso directo a la comida y al agua, una situación empeorada por las altas temperaturas.
En un primer momento, los agentes intentaron contactar con el dueño, pero no fue posible dado que nunca estaba en casa. Finalmente, se decidió acceder al balcón mediante medios mecánicas para rescatar al animal. La operación tuvo lugar el 23 de mayo y, desde entonces, la perra ha estado en un centro de acogida, donde ha recuperado peso y ya no corre peligro su vida.
Por todo esto, los agentes presentaron el 29 de junio las diligencias penales pertinentes contra el propietario del animal en el juzgado de guardia de Esplugues.
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