Iván Carrillo Marcos fue elegido por unanimidad de los socios como el 35º presidente del CF Gavà el pasado 10 de mayo. Al club le quedaban horas de vida, prácticamente, como consecuencia de su delicada y vulnerable situación económica y como resultado de una gestión catastrófica e irresponsable.
Un clásico del fútbol en categorías como la Segunda B, maldita e imposible de mantener.
Iván Carrillo, gavanense de residencia y socio del club, se puso manos a la obra para darle al menos al club una última oportunidad de supervivencia y de continuidad, con tal ímpetu y determinación que, visto el panorama del fútbol catalán con el que se ha encontrado, se ha planteado nada más y nada menos que el asalto a la propia presidencia de la Federació Catalana de Fútbol.
Lo más urgente fue acometer el peso de la deuda que hundía al Gavà en la liquidación y disolución del club. “Cuando nos hicimos cargo la auditoría reveló una cifra de 1.300.000 euros de deuda que, afortunadamente, después de hablar y negociar se ha rebajado a 330.000 euros. ¿Cómo? No hay milagros, trabajando, ofreciendo garantías de trabajo y de seriedad y, no nos vamos a engañar, aportando dinero para frenar el drama de desaparecer”, dice Iván Carrillo, convencido de que esta aportación, inevitable, no es la fórmula a seguir “Nos quedan tres años para la celebración del centenario del club, una meta que al menos a mí me ilusiona. Buscaremos los patrocinadores, las subvenciones y las fórmulas para resistir y alcanzar la categoría que merecemos”.
Política de cantera
Actualmente, el Gavà juega en Primera Catalana tras sufrir dos descensos en una sola temporada, uno de ellos administrativo. “Sé cómo hemos bajado, con 54 jugadores en una temporada y uno solo de ellos nacido y formado en Gavà. Esta temporada intentaremos ascender con 17 futbolistas de casa y seremos competitivos, seguro”, afirma Carrillo, cuyo lema es “dar esperanza a la afición que, mayoritariamente, ha vuelto al campo para animar al equipo”.
La realidad del cargo le ha llevado a conocer de cerca, en vivo y en directo, la organización de la Federació Catalana de Futbol, coincidiendo además con la dimisión de Andreu Subíes, presidente desde marzo de 2012 que ha dejado el cargo para incorporarse al equipo del recién llegado a la RFEF, Luis Rubiales.
Candidato a presidir la FCF
Con la misma determinación, empeño y entusiasmo ha anunciado su intención de ser candidato, para lo cual necesita al menos 130 avales de clubs a mediados de septiembre. Nada le parece imposible, por lo que se ve. “Lo que me motiva son los últimos acontecimientos vividos alrededor del Gavà. He visto cosas que me han gustado y otras que, definitivamente, no me han gustado para nada. Por ejemplo, la posición de los clubs en relación a la Federació de completo sometimiento y al servicio de la FCF, entiendo que ha de ser a la inversa, que la institución esté para que los clubs puedan resolver sus problemas. No he visto, la verdad, ninguna ventaja pese a que somos los clubs quienes deberíamos tener voz y voto en la Federació para favorecer una dinámica de supervivencia tan complicada como la nuestra a la hora de inscribir jugadores o el pago de la mutua… en fin hay recorrido para mejorar”.
Sostiene que Andreu Subíes ha realizado una labor de mejora en los últimos años. “Le pongo un diez porque veníamos de menos veinte, nos falta el otro diez y creo que debe hacerlo alguien que tenga ganas, vitalidad y no esté metido en esta dinámica que ya no admite cambios. Lo digo con todo el respeto hacia Joan Soteras, a quien Andreu Subíes quiere dejar como el tutor de la Federació mientras él no está. Si él ha decidido dejar la Federació entiendo que el equipo también debe ser otro”, afirma.
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