Voluntarios de Depana y SOS Delta del Llobregat constatan la presencia de una población de este animal en los pinares de La Pava, en Gavà. Se trataría de la primera reproducción en el Delta en casi 40 años.
Desde 2016 se han ido detectando restos de piñas roídas por ardillas en las pinedas de Gavà, en concreto en La Pava, donde también se ha hecho algún avistamiento. De hecho, en mayo de 2012, durante una jornada de campo para estudiar las aves en Gavà, se vio una pareja de ardillas en el sector de La Pava, junto a la riera de Canyars.
Estas observaciones fueron de gran interés, explican los ecologistas, porque no se tenía constancia histórica de la presencia estable de este animal en ningún otro rincón del Delta. De hecho, el profesor Xavier Santaeufemia, técnico de fauna del consorcio que gestiona los espacios protegidos del Delta, matiza que, desde entre los años 80 y 2010 no hubo ninguna población de ardillas establecida en estas pinedas.
Los ecologistas recuerdan que las piñas de pino blanco son las favoritas de este roedor por diferentes motivos. Su disponibilidad y facilidad para manejar son clave para este animal, además de su valor calórico. Y en el Delta predomina claramente el pino piñonero sobre el pino blanco, lo que explicaría la histórica escasez de ardillas en esta zona.
Sea como sea, Depana y SOS Delta denuncian que este hábitat, de elevada biodiversidad, no está protegido, pese a que desde los años 80 del siglo pasado está incluido en las Reservas Naturales Parciales de la Ricarda-Ca l'Arana y del Remolar-Filipinas, además de la ZEPA Murtra-Les Maioles desde 2016. En este sentido, los ecologistas ponen de manifiesto "arbitrariedad y criterios especulativos a la hora de delimitar los espacios que se han de proteger en el Delta del Llobregat". De hecho, hacen referencia al Plan Director Urbanístico de Actividades Económicas para el Delta, aprobado en 2015 y llevado a los tribunales por Depana, que considera que amenaza el futuro de las pinedas de Gavà.
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