Castelldefels destruye 600 aparcamientos

La medida se ha extendido como una gran mancha de aceite. Comenzando por los barrios de montaña, en Vista Alegre las obras del Pla de Barris y la falta de previsión se ha llevado por delante medio centenar de plazas de aparcamientos.
Zonas como Manuel Girona, Canyars, Can Vinader o la Plaza Juan XXIII también han visto descender los espacios para estacionar vehículos de manera considerable.

En el entorno del Castillo, el gobierno ha consentido una obra que se ha cargado toda la vegetación que conectaba con el Parque Natural de Garraf, y se ha eliminado el gran aparcamiento que existía en la zona colindante.
Si hablamos del centro, en especial la Av. Constitución está a punto de sufrir una total transformación que eliminará todo el aparcamiento de la principal arteria de tráfico de la ciudad. El carril bici proyectado y el ensanchamiento de aceras provocará la destrucción de más de 200 plazas en la travesía, y otras 50 más en las calles perpendiculares.

Por lo que se refiere a la playa, es inexplicable la decisión del gobierno de inutilizar los aparcamientos que se crearon en el mandato pasado por parte del gobierno del Partido Popular. La playa de Castelldefels, una de las más visitadas de toda Barcelona con más de un millón de visitas anuales, ve como se cierran espacios y se le complica más el estacionamiento tanto a los vecinos como a los visitantes.

No se puede suprimir aparcamientos y no dar alternativas de transporte a los vecinos. Castelldefels tiene un transporte público insuficiente. Las conexiones por autobús entre barrios poseen poca frecuencia y tardan demasiado.
El consistorio debería centrar sus esfuerzos en mejorar las líneas de autobús, recuperar el proyecto de metro que quedó en un cajón cuando el tripartito gobernó Cataluña, e impulsar la creación de aparcamientos soterrados que permitan dar cabida al vehículo privado.