El puerto de Barcelona busca renovar su imagen medioambiental. La principal infraestructura portuaria catalana ha recibido este viernes el AIDAnova, el primer crucero del mundo propulsado por Gas Natural Licuado (GNL). Este nuevo barco constituye un punto de inflexión en la estrategia del Port de Barcelona que quiere apostar por la “sostenibilidad de la actividad portuaria” y el uso de “combustibles más limpios”.
Este crucero de varias plantas ha tenido una celebración: una ceremonia de intercambio de metopas entre los representantes del puerto y el presidente de AIDA Cruises. En la entrega de la metopa la presidenta del Port, Mercè Conesa, ha recordado que “Barcelona es el primer puerto de cruceros del Mediterráneo y de Europa y que esta posición se ha conseguido gracias al trabajo conjunto desarrollado durante muchos años por las administraciones, el sector privado y la industria de los cruceros”.
El AIDAnova es un crucero de última generación, del astillero alemán Meyer Weft, de 337 metros de eslora que, además de ir propulsado por GNL, incorpora otras medidas para reducir su impacto medioambiental, según explica el Port de Barcelona en un comunicado, entre los que destaca el sistema Avanzado de Calidad del Aire (AAQS).
Los ecologistas critican la llegada del crucero
La Plataforma per la Qualitat de l’Aire y Ecologistas en Acción han sido los primeros en oponerse a los acuerdos llevados a cabo por el Port de Barcelona con AIDA Cruises tras atracar el primer barco de GNL en Barcelona. También la Asamblea de Barrios por un Turismo sostenible y la Federación Europea de Transport and Environment (T&E), quienes recuerdan que “el gas natural licuado es un combustible fósil” y, por tanto, “no puede considerarse una solución ambiental como vienen anunciando las autoridades portuarias”. De hecho, como han explicado varias asociaciones, el problema de los cruceros en verano –especialmente a partir de mayo- afecta a los barrios colindantes al puerto de la ciudad condal, aumentando sus niveles de contaminación, pero también al Delta, según la dirección del viento.
Por el contrario, según señalan las organizaciones, los buques actuales “no pueden transformarse en gas”. De las más de 830 escalas previstas y de los 12 nuevos cruceros que se estrenan este año en la ciudad condal, tan sólo dos cruceros llegarán propulsados por gas.
‘Zhen Hua 23’, siguiente parada el Port
El port de Barcelona continúa con su llegada de cruceros. De hecho, la llegada este viernes de AIDAnova no es única, el próximo lunes a las 11 horas atracará en el puerto el barco ‘Zhen Hua 23’ de la naviera Cosco. La característica principal de este barco es que a bordo lleva dos nuevas grúas para la terminal de contenedores APM Terminals Barcelona. Estas grúas del tipo super post-panamax pueden cargar y descargar de los barcos más de 22 filas de contenedores de ancho, uno de los más grandes portacontenedores que navegan actualmente.
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