El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aprueba un plan de acción para retirar este material tóxico de edificaciones de los 36 municipios de la conurbación y varias voces piden que se elabore un censo de los puntos afectados.
Los peligros del amianto han saltado a la palestra tras los parones de los trabajadores del metro de Barcelona y Madrid, que protestan por su presencia en las instalaciones y reclaman su retirada por los efectos que tiene sobre la salud. No obstante, se trata de una problemática que afecta a la sociedad en su conjunto, puesto que este material tóxico está presente en multitud de edificios y construcciones.
Desde hace años diversas voces han alzado la voz pidiendo medidas para retirar este material en las condiciones debidas. Entre ellas, la Asociación de Víctimas Afectadas por el Amianto en Cataluña (AVAAC), que desde hace años lleva a cabo una tarea de concienciación en la sociedad sobre los peligros del amianto y de presión ante empresas e instituciones. Fruto de ello, diversas sentencias judiciales han dado la razón a trabajadores con afectaciones sobre su salud al haber manipulado durante años este material, o incluso a sus familiares o vecinos de las fábricas donde se trabajaba, dada su cercanía. Una larga exposición al asbesto -ya sea al manipularlo o bien respirando sus temidas fibras, que resultan de su destrucción o deterioro- provoca asbestosis y otras enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, aunque no se descarta que pueda provocar otro tipo de dolencias. Por este motivo, la asociación, según ha señalado Público, reclama la elaboración de un censo con los edificios afectados en Cataluña.
Por este motivo, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha movido ficha y ha aprobado un plan de acción para erradicar este material de los 36 municipios de la conurbación. Se trata de una serie de medidas que tienen como horizonte el año 2028, según las recomendaciones de la Comisión Europea. La principal es la adopción de un sistema de herramientas y de protocolo de gestión para trabajos con amianto (SEPGTA, en sus siglas en catalán), con el que se determina un plan de acción para detectar, identificar y evaluar las actuaciones que se han de llevar a cabo para retirar el amianto. En esta línea, está previsto que el AMB colabore con todos los municipios metropolitanos y los asesore, además de la aprobación de subvenciones del Consorci Metropolità de l'Habitatge para acometer los trabajos de retirada del asbesto.
Protestas en el Metro
Por su parte, los trabajadores de Metro de Barcelona volverán a la huelga los próximos días 10, 20 y 24 de mayo para protestar contra la gestión del amianto presente en la red de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Los paros serán de cuatro horas por turno los viernes 10 y 24, mientas que el lunes 20 será tan solo de dos horas.
Desde la empresa, por su parte, informan que, a fecha de 1 de mayo, de las 1.064 personas convocadas para una visita médica que pudiera diagnosticar alguna dolencia relacionada con la exposición al amianto, ya habían pasado 889. De momento, afirman fuentes de TMB, no se han diagnosticado nuevas afectaciones pleurales entre los trabajadores que puedan tener relación con el asbesto, y cifran los afectados en 25 -con diferentes afectaciones pleurales, uno de los efectos de la exposición al amianto-, aunque descartan que se trate de dolencias graves. De todas formas, reconocen que hay un trabajador en situación de incapacidad temporal y en período de observación por posible enfermedad profesional, y a la espera de análisis.
Otra de las voces que se han unido a las peticiones de creación de un censo de presencia de amianto, aunque en su caso en la red de Metro, ha sido el candidato socialista a la alcaldía barcelonesa, Jaume Collboni, que también ha exigido un calendario para la eliminación de este material.
Si (
No(
