Cine en femenino

Las directoras crean una comarca de película. El Baix Llobregat siempre ha destacado por ser uno de los lugares de Cataluña con más rodajes, especialmente en El Prat y L’Hospitalet. Pero, además, cuenta con diferentes muestras y festivales de cine en el territorio como el Festival Foranea de Corbera, las diferentes Mostras de CineBaix en Sant Feliu o Terror Molins. Es en estos encuentros donde, poco a poco, se va viendo una expansión de la mujer en la dirección y realización de largometrajes y algún que otro corto o documental.

Bajo el paraguas que marcó en los años 50 y 60 Ana Mariscal, directora y actriz pionera en el cine español, las intérpretes catalanas se han ido lanzando al mundo de la producción y la realización. Muchas son del Baix Llobregat y L’Hospitalet, mientras que otras vienen a grabar o proyectar aquí sus trabajos. Gemma Martínez, directora y actriz del Festival Foranea, explica que hay pocas mujeres en la dirección y realización de audiovisuales, lo que se traduce en “productos poco variados y muy homogéneos”. Aunque todo esto está cambiando, sostiene Martínez, las mujeres “tienen que perder el miedo a dirigir” y exigir estar en las posiciones de presidencia o dirección que “todavía hoy son cargos reservados para los hombres”.

Por su parte, una de las directoras revelación de la Mostra de CineBaix por ‘Lo que dirán’, Nila Núñez, remarca que en el mundo cinematográfico “hay y siempre ha habido muchas mujeres con talento, pero con pocas oportunidades: están invisibilizadas”. En las últimas décadas, esta minoría femenina en el cine se ha ido convirtiendo en una mayoría, aunque las altas esferas de producción siguen estando copadas por hombres con el poder económico y de decisión. Así lo cree Núñez cuando afirma que “a pesar de que todo esté cambiando y haya más oportunidades en guiones hechos por mujeres, la mayoría de estas películas tienen un presupuesto muy bajo”.

Micromachismos cinematográficos

El gran avance de la mujer en puestos de responsabilidad y creación audiovisual deja de ser tabú, pero con muchos impedimentos. “Las mujeres en posiciones de responsabilidad y liderazgo han de demostrar constantemente que se merecen esa posición y se han de enfrentar a que se les cuestione su autoridad en todo momento”, recalca la directora de Foranea respecto al machismo en el sector audiovisual. Este hándicap en las reuniones, donde la profesionalidad se pone en entredicho, lo ha visto en varias ocasiones Núñez, “siendo solo los hombres los que tienen la palabra”, interrumpiendo sistemáticamente a la mujer o no dejándola intervenir con tanta frecuencia.

Martínez asegura que, cuando ejerce como actriz, a veces no la tienen en la consideración que deberían. “El ideal de belleza masculina es omnipresente en los papeles protagonistas en los que el perfil ha de ser una chica o la guapa”, asevera la realizadora respecto a esta presión estética a la que están sometidas las actrices. Las redes, de hecho, son un potente motor para evitar este tipo de actuaciones. Las actrices catalanas han creado el hashtag en Twitter #SerActriuÉs, con el que comparten sus experiencias personales y denuncian todo tipo de micromachismos. Sin Embargo, Martínez cree que esto solo es un ejemplo para hacer públicas las experiencias vividas dentro del sector, pero, lo esencial, según la directora, es denunciarlo lo antes posible.

En estos micromachismos cinematográficos, la directora de ‘Lo que dirán’ nos propone hacer un ejercicio: “En la próxima película que veáis, fijaos en cuantos minutos tarda en tener la palabra una mujer, cuantos personajes hay de cada género y cuál es su importancia en la historia”. Según Núñez, esta es una de las claves para ver si la inclusión femenina en los largometrajes va en aumento o en descenso teniendo en cuenta el año de estreno de cada obra audiovisual.

¿Quién dirige mejor?

Muchas veces nos obcecamos en pensar que un puesto está hecho para hombres o para mujeres únicamente. Ambos sexos aportan, como explica Martínez, diferentes puntos de vista e historias diferentes: “Creo que la capacidad de realización va más allá de ser hombre o mujer, depende del carácter de la persona”, asegura.

Esta diversidad, donde el cine femenino sigue siendo minoría, está comenzando a cambiar y la dirección de la mujer en largometrajes, cortometrajes y documentales han hecho dar una vuelta a la tradicional forma de producir y realizar contenido audiovisual. Martínez argumenta que “las mujeres tienen una manera diferente de dirigir”, lo que hace tan “especiales” sus producciones. Esta diferencia se basa en algunos valores más femeninos que Núñez define como “empatía, paciencia, solidaridad, humidad, confianza, justicia social, igualdad, libertad, saber pedir perdón o escuchar”.

Pero no sería justo elegir entre quién lo hace mejor, sino más bien “sería interesante no pensar en términos binarios de femenino y masculino”, destaca la directora de Foranea, que sentencia que una “nueva forma de dirigir es posible”, bajando la jerarquización y haciéndolo más transversal. “Se trata de reinventar la figura del o la líder y que los hombres también interioricen una actitud femenina en su liderazgo”, sentencia Núñez respecto al cine más en femenino de la comarca.