“¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” es el título de la novela corta de ciencia ficción de Phlip K. Dich en la que se basó Ridley Scott en 1982 para situar el futuro de Blade Runner. Un futuro que en la película arranca precisamente en noviembre de 2019 en la ciudad de Los Ángeles, y aunque ahora no hay coches voladores ni personas sintéticas (replicantes), sí hay ciudades que se parecen a la del film, como Hong Kong, Seúl y Tokio. También tenemos tecnología de reconocimiento de voz y la publicidad forma parte del aire que respiramos, sobre todo en internet. Pero fue el cambio climático lo que mejor anticipó la película que protagonizó Harrison Ford y el recientemente desaparecido Rutger Hauer, que mitificó el monólogo Lágrimas en la lluvia en su papel de moribundo replicante.
Casi una década después de que se popularizara en el mundo el concepto “Smart Cities”, Barcelona ha constatado en sus nueve ediciones del Smart City Expo World Congress (SCEWC) que muchos de los sueños que entonces se antojaban ciencia ficción son ya una realidad, con el móvil como cetro de poder y con las ciudades como ejes de transformación planetaria. No en vano, aunque las ciudades solo ocupan el 2% de la superficie del planeta, consumen el 80% de la energía y acapararán en tres décadas el 70% de la población mundial. El recinto ferial de l’Hospitalet acogerá del 19 al 21 de noviembre el principal evento internacional sobre ciudades inteligentes en un salón que contará con la participación de más de mil expositores, 400 ponentes y representantes de 700 ciudades procedentes de 140 países.
Tres días de intensos debates
El programa del SCEWC gira alrededor del eslogan que encabeza estas líneas, ciudades hechas de sueños, y tratará durante tres días de intensos debates sobre los principales retos en torno a la transformación digital, el medioambiente urbano, la movilidad, la gobernanza y finanzas y las ciudades inclusivas y compartidas. Los ponentes abordarán asuntos como las ciudades impulsadas por datos, 5G y el futuro de la conectividad, ciudades resilientes, gentrificación, economía colaborativa y circular. Fira de Barcelona, organizadora del salón, se ha propuesto predicar con el ejemplo para mejorar el planeta a partir de la mejora de las ciudades y en el SCEWC no se utilizarán plásticos de un solo uso y todo el dinero que se obtenga a través del “merchandising” se utilizará para reforestar mediante drones el municipio de Traid, en la provincia de Guadalajara, que sufrió un incendio forestal.
El director de Smart City Expo World Congress, Ugo Valenti, afirma que el salón ha recorrido un largo camino desde 2011 “y la promesa de la ciudad inteligente se ha convertido en realidad”. Hoy son fácilmente perceptibles los resultados del trabajo realizado, al pasar de pequeños proyectos piloto de aplicaciones de la tecnología a las ciudades a una implementación inteligente a gran escala. “También han surgido nuevos modelos de gobernanza y nuevos enfoques de equidad y economía circular y las ciudades se han convertido en actores socioeconómicos y políticos a nivel nacional y mundial y tienen un gran impacto en el desarrollo de las naciones”, subraya Valentí. Sin embargo, queda mucho por explorar, “reinventando lugares y escenarios, ya que todavía tenemos la oportunidad y el deber de hacer que más cosas sucedan”.
En paralelo a la cumbre de ciudades inteligentes, se celebrarán eventos paralelos como el Smart Mobility Congress, la Circular Economy European Summit, la Sharing Cities Summit y la Digital Future Society Summit, citas que también contribuirán al objetivo principal de lograr las ciudades hechas de sueños.
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