En estos últimos días hemos visto como los partidos separatistas han escenificado su ruptura tanto del propio govern de la Generalitat como en el plano de acción unitario del que tanto alardearon en el pasado.
Los que nos quieren separar, de facto, ya se han separado entre ellos. Al fin, se pone de manifiesto cuál es el principal leitmotiv de estas formaciones políticas, que lejos de preocuparse por los atalanes, confunden con demasiada asiduidad sus propios intereses mundanos con los de interés general.
Se cierran ahora, por tanto, dos nefastos años de mandato del Sr. Torra que se han caracterizado por su nula capacidad de alcanzar acuerdos y llevar propuestas concretas a los problemas
comunes que tenemos la mayoría de los ciudadanos que vivimos aquí. Han sido años de inhibición legislativa, de mucho viaje a Waterloo pero de pocas soluciones a las necesidades reales. ¿Alguien sabría enunciar alguna reciente solución sobre la falta de médicos y las listas de espera, alguna propuesta en el ámbito educativo contra el fracaso escolar o alguna nueva medida para paliar lascarencias de los servicios sociales? Imposible enumerar lo que no se ha hecho.
Ante la ruptura se abre una oportunidad. Una nueva ocasión para que aquellos que nos consideramos catalanes y españoles tomemos la alternativa a este gobierno caduco y reestablezcamos la convivencia, aportemos soluciones y desarrollemos la capacidad que tiene un gobierno autonómico para incidir favorablemente en el día a día de las personas que viven en el territorio. Se puede hacer mucho por todos si hay voluntad real de remangarse y trabajar por lo común y dejar de lado las diferencias. Es momento de unir, de coser lo que otros han roto.
Llega el tiempo de la generosidad entre partidos, de sumar fuerzas en proyectos como Cataluña Suma, una propuesta popular que nace para que seamos más fuertes los constitucionalistas y podamos ofrecer una alternativa capaz de darle la vuelta a esta situación de insatisfacción, de parálisis, de dejadez. Ante la necesidad de una nueva ley electoral que no llega, sólo si los partidos vamos de la mano, podremos hacer frente a separatistas y demás fuerzas que han olvidado gobernar para todos y no excluir a nadie.
Y en este nuevo desafío, el Baix Llobregat, una de las comarcas más importantes de toda Cataluña debe hacer valer su voz, y puede abanderar el cambio que toda nuestra Comunidad necesita.
Es la hora de tomar la palabra, de coger el tren de las oportunidades y darle la vuelta para que nunca más se rompa la concordia, perdamos la confianza en los gobiernos y nuestra comarca
no siga estando olvidada. III
Si (
No(
