Hay algo todavía peor que quedarse de brazos cruzados y no hacer nada para luchar contra la grave pandemia de coronavirus que nos asola: impedir que quienes se están dejado la piel para frenar el avance del Covid-19 puedan hacer su trabajo, ya sea por motivos partidistas, ideológicos, propagandísticos o por los motivos que sea.
Porque esto es exactamente lo que está ocurriendo en Sant Andreu de la Barca, donde hace casi dos semanas que está montado, dotado y en perfecto estado de revista un hospital de campaña con 140 camas y su instrumental correspondiente, que no puede atender a ningún enfermo de coronavirus porque todavía no ha recibido el pertinente permiso de la Conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya.
Abandono doblemente sangrante
El lamentable abandono al que la Conselleria ha condenado a Sant Andreu es doblemente sangrante, porque Salut tampoco ha autorizado que entren en servicio las 47 camas hospitalarias que se han habilitado en el Hotel Bristol para dar apoyo al Centro de Atención Primaria (CAP) de la localidad, en la que ya se han detectado un mínimo de 67 casos positivos de la neumonía de Wuhan, según datos de la propia Generalitat.
La situación es tan absurda, y a la vez tan dramática, que el alcalde de la localidad y médico de profesión, Enric Llorca, ha estallado y “desde el más profundo respeto institucional” ha denunciado en su cuenta de Twitter “la tremenda irresponsabilidad” que supone tener en la ciudad dos equipamientos de emergencia listos para ponerse en marcha y para descongestionar los saturados servicios sanitarios de la zona, desbordados por la epidemia de SARS-CoV2.
Invitación a la reflexión
Y es que los dos hospitales de campaña -el del polideportivo y el del hotel- hasta tienen asignados sus propios equipos de personal sanitario, que no ha podido tampoco empezar a trabajar, con la falta que hace. El alcalde de Sant Andreu incluso ha “invitado a reflexionar” a los responsables políticos de tan tremendo desaguisado, que parecen no tener en cuenta que lo que está en juego son vidas humanas.
La desesperada llamada a la cordura de Llorca parece que ha hecho mella en la Conselleria de Salut porque acaba de avenirse a estudiar el tema y a mantener una reunión con los responsables del municipio dentro de dos días, un encuentro en el que podría desncallarse la situación. Como mínimo la del hotel medicalizado. La puesta en marcha del hospital del polideportivo municipal podría complicarse algo más por el hecho de que, aunque sea una iniciativa municipal, ha sido montado por efectivos de la Guardia Civil (que tiene una comandancia en Sant Andreu), un cuerpo que, lo mismo que la Unidad Militar de Emergencia (UME) del Ejército, no está bien visto por las autoridades sanitarias independentistas catalanas por motivos puramente ideológicos.
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