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El Hospital de Bellvitge crea una unidad específica para atender las secuelas del Covid-19
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El Hospital de Bellvitge crea una unidad específica para atender las secuelas del Covid-19

viernes 22 de mayo de 2020, 19:50h

La nueva Unidad PostCovid-19 se coordinará con Atención Primaria Costa de Ponent para atender también pacientes tratados por coronavirus en los CAP

El Hospital Universitario de Bellvitge pone en marcha una Unidad Funcional Multidisciplinaria PostCovid-19 que nace para responder a las necesidades asistenciales que se prevén puedan tener los pacientes que han pasado una infección por Covid-19. Algunas de las secuelas más graves son de carácter pulmonar, como la fibrosis y otros tipos de enfermedades intersticiales.

Se prevé que un porcentaje de las personas que han superado el Covid-19 puedan desarrollar algún tipo de secuela, sobre todo aquellas que han necesitado de ingreso hospitalario por neumonía grave.

"Se trata de un volumen de pacientes que puede ser alto y en el que podemos encontrar consecuencias negativas del Covid-19 a nivel pulmonar o de intersticio, y también otras de carácter sistémico, como afectaciones musculares o la llamada debilidad asociada a la UCI ", ha explicado la Dra. Salud Santos, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de Bellvitge.

El equipo multidisciplinar de la Unidad PostCovid-19 está integrado por profesionales médicos y de enfermería de los servicios de Neumología, Rehabilitación, Urgencias, Enfermedades Infecciosas, Medicina Interna, Farmacia y Radiodiagnóstico del hospital y de Atención Primaria. Todos juntos, articularán el trabajo del equipo en un doble circuito de prevención y detección.

Detección precoz

Como punto de partida del primer circuito, dirigido a las personas tratadas en el hospital, el Servicio de Neumología de Bellvitge ya está actuando de forma proactiva para la detección precoz de posibles secuelas de la pandemia. El procedimiento se inicia con una consulta telemática con los pacientes 30 días después de recibir el alta, que sirve para hacer un primer balance global de su estado. Posteriormente, a los 2 meses, se realiza un control tomográfico-clínico del paciente con pruebas radiológicas y funcionales (neumología y rehabilitación) para ver la evolución y la presencia de posibles secuelas. Finalmente, a los 6 meses un último control establece si el paciente está en condiciones de recibir el alta definitiva o si necesita derivación a una unidad o servicio específico.

La segunda pata del circuito es específica para la Atención Primaria y se despliega en base a las interconsultas virtuales entre los médicos de familia y diferentes profesionales de la nueva Unidad Funcional, para coordinar la detección y seguimiento de casos de personas que no hayan sido atendidas en el centro, incluidas las que viven en las residencias de ancianos.

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