El fracaso escolar y sanitario en la vuelta al cole del covid-19

Cualquier ciudadanos de a pie tiene la terrible sensación de que las decisiones de las diferentes administraciones públicas para atajar los rebrotes de la pandemia de covid-19 (tanto en el Baix Llobregat y L’Hospitalet como en el resto de España) se están tomando a salto de mata y son fruto de la más lamentable de las improvisaciones.
Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en la planificación de la vuelta al cole, en el inicio del curso escolar 2020-2021, uno de los momentos críticos en el que lo que está en juego es que la el coronavirus vuelva a campar a sus anchas y los contagios se disparen.
Desde la Conselleria d’Educació se ha estado insistiendo durante las largas vacaciones escolares en que no iba a pasar nada (los contagios entre menores son más infrecuentes) y que cada centro escolar iba a tomar sus propias medidas. Lo que no deja de parecer que, al final, la patata caliente de la lucha contra el covid-19 se la van a acabar comiendo los responsables de cada centro educativo de cada ciudad.
Lourdes Felip y Maria Lourdes Sotelo, inspectoras d’Educació en el Baix Llobregat han asegurado que los centros de la comarca “están preparados para iniciar el curso” y que aquí no va a pasar nada. Pero serán las propias escuelas “las que establecerán los mecanismos y las vías de comunicación con las familias”, algo que no acaba de convencer a muchos padres, que se plantean no llevar a sus hijos a clase.
Tampoco se han atendido las reclamaciones de los docentes, que han venido reivindicando más medidas de seguridad y prevención. Como la presencia de personal sanitario en cada escuela. Pero no. Al final serán los propios maestros los que tomarán a diario la temperatura a los niños y decidirán si los mandan al ambulatorio.
Entre las voces más críticas contra la errática planificación de la vuelta al cole se ha posicionado el Sindicat de Professors de Secundària, que ha calificado el plan de Educació de “frivolidad”, porque de ninguna manera evita que los alumnos se mezclen , lo que es un acelerante para los contagios. Exactamente, lo que pretende evitarse.