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Hoteles fantasma en el desierto de la pandemia de L’Hospitalet
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Hoteles fantasma en el desierto de la pandemia de L’Hospitalet

viernes 02 de octubre de 2020, 09:00h
El 42% de los establecimientos de la ciudad están cerrados y el resto solo abre a medio gas como consecuencia de la falta de clientes y reservas provocada por el covid-19

Hace unos años, L’Hospitalet -la segunda ciudad de Catalunya- era un paradigma de ciudad dormitorio, Pero los tiempos cambian y la ciudad con ellos y ahora los quesolo duermen en la ciudad es porque se hospedan en alguno de sus rutilantes hoteles. Pero eso también está cambiando. Desgraciadamente. La crisis económica del covid-19 se está cebando con el sector hotelero de la ciudad, que ya sufrió en sus carnes la dramática cancelación del Mobile World Congress.
Los hoteles están caninos, en los huesos. Casi el 42% de los establecimientos están cerrados (eso sin contar a los que no responden a las llamadas, seguramente porque también están operativos). Y para los aventureros que se han atrevido a reanudar su actividad después del estado de alarma la cosa tampoco pinta bien, porque el futuro es incierto.

Desde el 13 de marzo al 21 de junio, los hoteles han tenido la persiana bajada y las habitaciones vacías. Y es que el estado de alarma, las restricciones de movilidad y el miedo colectivo de la sociedad han pasado factura en el sector. L’Hospitalet llevaba décadas apostando por los grandes hoteles en la zona cercanos a la Fira de Barcelona o colindantes con el Camp Nou y la Ciudad de la Justicia con gran éxito. Pero con la pandemia, en el 92% de los establecimientos que resisten abiertos la ocupación no alcanza la mitad de las habitaciones disponibles.

El hotel Eurostars Lex explica que tienen “muy poca previsión de reservas” pero por suerte “los clientes nos escogen al estar cerca de los juzgados”. También el Hotel Hesperia Fira Suites, en el barrio de Bellvitge, confirma que “el ritmo de reservas está siendo muy lento e impredecible”. Su vecino, el Hotel Hyatt Regency Barcelona Tower, permanece cerrado.

El 10% en Porta Fira

Algo similar le ocurre al Hotel Porta Fira, que desde el mes de mayo no logra encaramarse al 10% de la ocupación disponible, por falta de congresistas y asistentes a los salones feriales, básicamente. Y varios establecimientos de las proximidades, como el EasyHotel Barcelona o el Hotel Radha, ni tan siquiera responden al teléfono, lo que hace pensar que se han convertido casi en hoteles fantasma Los hoteleros que se han atrevido a abrir tras el estado de alarma han tenido que reinventarse. Y es que las medidas de seguridad por el coronavirus han provocado que varios complejos hayan tenido que cerrar los espacios comunes. Es lo que ha decidido, por ejemplo, el Hotel Hesperia Fira Suites, que ha dejado de ofrecer el servicio de restaurante.

Los establecimientos que han optado por adecuar los espacios comunes a las exigentes medidas de seguridad, han tenido que hacer una fuerte inversión en recursos materiales y también en recursos humanos de limpieza y desinfección.

¨Sin transfer al aeropuerto

Y no sólo el interior de los hoteles se ha visto afectado. Desde el Hotel Madanis reconocer que han dejado de ofrecer el servicio de “transfer” que transporta a los huéspedes al aeropuerto o a la estación de tren. Este tipo de hoteles, de pequeña capacidad, son los que mejor están sobreviviendo a la catástrofe del SARS CoV-2 con porcentaje de ocupación que en algunos casos alcanzan el 70-80%.

Pero la cosa tiene truco. “ante la nefasta previsión de reservas hemos tenido que reducir nuestras tarifas un 40 o 50 por ciento respecto a datos del 2019”, reconocen sus gestores.


Hoteles que fueron hospitales

Llaman la atención los casos del Hotel Renaissance Barcelona Fira Hotel y del Hotel SB Plaça Europa, que permanecen cerrados. Ambos hoteles, acogieron a pacientes con covid19 de los hospitales de Bellvitge, Viladecans, el Hospital General de Catalunya e incluso pacientes del Institut Català d’Oncologia durante el estado de alarma. Gracias a su colaboración se pudo descongestionar la atención primaria, sobre todo en el Baix Llobregat, en un momento de grave colapso sanitario. Pero ahora su clientela les ha dado la espalda.

El sector hotelero de L’Hospitalet vive básicamente de los que vienen a la ciudad por negocios empresariales, seguidos de los que se desplazan a la Ciutat de la Justicia y de los turistas de toda la vida, que se instalan en la ciudad por la proximidad con Barcelona y sus buenas comunicaciones con la capital. Ahora, estas joyas del skyline de la segunda ciudad de Cataluña no pierden detalle de cómo evoluciona la pandemia. Y es que, aunque el futuro les pinta bastante negro, ellos no pierden la esperanza.

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