El gobierno municipal ha iniciado el proceso de contratación de los trabajos de adecuación “inmediata” de la parte de la fachada dela masía que corre el riesgo de derrumbarse
Después del tira y afloja con la oposición la semana pasada -a propósito de unas obras ilegales en la Casa Gran del Bori-, el gobierno municipal de Sant Boi ha dado un paso al frente en su compromiso con el patrimonio local y acaba de encargar la reparación urgente de la balaustrada de la masía, que amenaza con derrumbarse. El Ayuntamiento de Sant Boi ha confirmado que no ha sido necesario paralizar las obras irregulares (denunciadas por ERC y Podem-Esquerra Unida) porque eran de escasa entidad y ya se habían finalizado cuando se acudió a revisarlas.
Los técnicos municipales aprovecharon la semana pasada su desplazamiento hasta el inmueble protegido (en el que comprobaron el estado de las obras que la persona que habita en la casa había hecho sin permiso municipal) para inspeccionar la totalidad del inmueble y así constatar y enumerar las mejoras o necesidades de conservación que actualmente requiere Can Bori. Durante la revisión, los técnicos detectaron “un cierto peligro de caída de la balaustrada exterior hacia la vía pública”.
En vista del peligro que el mal estado de esta parte de la fachada supone para los vecinos de Sant Boi -y para la conservación de este bien cultural de interés local-, el gobierno municipal ha activado un plan para la “reparación inmediata” de este componente de la fachada del edificio. El consistorio también se va a hacer cargo del coste de las obras “de forma subsidiaria”, ya que el inmueble es propiedad de la Sareb. Fuentes municipales han confirmado que “ya se está actuando en la contratación de la reparación”.
Preocupados por la gestión
El recinto y la finca de Can Bori están en el punto de mira de diversas asociaciones, como la Plataforma en Defensa dels Béns Comuns de Sant Boi, y grupos políticos de la oposición, que san mostrado públicamente su “preocupación” por la gestión y la conservación de la masía, sobre todo tras conocerse que se habían realizado obras de forma ilegal porque del okupa que vive en la finca desde hace ocho años.
A raíz de estas denuncias, los técnicos municipales acudieron con el objetivo de paralizar las obras. En la inspección, los expertos dictaminaron que las actuaciones, que ya habían finalizado, se habían centrado en un lavabo y en la pared de una habitación y que “habían tenido un impacto pequeño” en la masía.
Autorización expresa
Aunque no se sancionó al responsable de la ejecución de las obras ilegales, se le recordó que tiene expresamente prohibido realizar ningún trabajo de reforma o reparación en el inmueble “sin la autorización expresa del ayuntamiento”, dada la importancia de la conservación del edificio como patrimonio cultural de la ciudad.
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