Desde principios de año, los Mossos d’Esquadra han denunciado a una treintena de personas en la ciudad por simular delitos para recibir indemnizaciones de las aseguradoras que en realidad eran simples hurtos o pérdidas de objetos
Las mentiras, aunque piadosas, no solo se acaban descubriendo si no que pueden ser muy peligrosas. Los Mossos d’Esquadra de la comisaria de L’Hospitalet de Llobregat han denunciado en lo que va de año a 30 personas como presuntos autores de simulación de delitos y de estada. En todos los casos, los engaños utilizaban un modus operandi muy similar: fingir haber sido víctimas de robos violentos que nunca habían existido para poder cobrar la indemnización de las compañías de s
Las trampas han sido descubiertas en la mayoría de casos nada más comenzarse las investigaciones de los inexistentes robos con violencia en la vía pública. Al intentar reconstruir los hechos y buscar sospechosos, los agentes acababan descubriendo que, en realidad, los bienes no habían sido robados, sino que se habían perdido o habían sido hurtados.
Generalmente, los hurtos no están cubiertos por las pólizas de las aseguradoras que en caso de robo sí reintegran el valor del objeto o lo sustituyen por uno idéntico. La diferencia entre un hurto y un robo radica en que para que el delito sea considerado como robo tiene que haber existido un cierto nivel de violencia o intimidación.
Mentir también es delito
Los Mossos d’Esquadra recuerdan que la simulación de un robo también se castiga penalmente como un delito contra la Administración de Justicia. Las consecuencias de estas mentiras acostumbran a ser una pena de multa de seis a doce meses. Además, en estos casos cobrar las indemnizaciones de los seguros supone la comisión de un delito de estafa, que también conlleva una multa de uno a tres meses o una pena de seis meses a tres años de cárcel si la cantidad supera los 400 euros.
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