El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha hecho pública la cuantía del salario de referencia metropolitano (SRM) aplicable al sector metropolitano del Baix Llobregat y L’Hospitalet relativa al año 2020, y que en líneas generales es casi idéntica a la de 2019. Los datos (que se calculan a partir del presupuesto mínimo imprescindible para hacer frente a las necesidades básicas en función de los diferentes tipos de hogar) concluyen que el salario “de vida” en el territorio ha quedado fijado en 1.268 euros mensuales, prácticamente lo mismo que en el año 2019 (1.271,72 €/mes), con una leve caída de solo 3,3 euros. En cambio, si se compara el salario de referencia del 2020 con el del 2016 (cifrado en 1.032,53 € mensuales) el incremento supone un notorio 22,8%..
El salario de referencia o "salario de vida" tiene como objetivo principal determinar la remuneración que se considera “suficiente” para una persona que trabaje y su familia puedan vivir dignamente. Se trata de un indicador para permite “dar visibilidad a las personas que, a pesar de tener trabajo, no ingresan el suficiente dinero como para mantener en condiciones al núcleo familiar”, explican desde el AMB. Son los conocidos como "trabajadores pobres”.
El salario de referencia se calcula tras elaborar un presupuesto de necesidades básicas para los diferentes tipos de hogares, es decir, que permita a todos miembros de cada hogar tener una vida digna, teniendo garantizada la vivienda, el transporte, la educación, la ropa de vestir y el ocio, entre otros parámetros. Este cálculo de gasto se divide entre el número de los adultos del hogar y, así, se obtiene el salario de referencia.
La vivienda se come el 45%
Para el conjunto de hogares metropolitanos (incluida la capital barcelonesa), los gastos relacionados con el alquiler o la hipoteca han supuesto en 2020 el 34% del presupuesto de necesidades básicas. Si añaden los gastos asociados al hogar (suministro de agua, luz, gas y teléfono), este capítulo sube hasta el 45% del total. El presupuesto para la compra de alimentos y bebidas es del 20% mientras que el destinado a los gastos extraordinarios como, por ejemplo, obras de reforma del interior de la vivienda o adquisición de electrodomésticos, se pondera en un 15%.
Respecto al año 2019, el presupuesto en vivienda se ha incrementado el 3%. En cambio, el presupuesto en transporte se ha reducido el 25% gracias en gran parte a los cambios tarifarios aplicados por la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y que comportaron básicamente la sustitución de la T-Mes por la T-Usual, que tiene un precio más ajustado. En la misma línea, los ciudadanos metropolitanos han gastado menos en productos de limpieza e higiene personal, con una disminución del 6% respecto al presupuesto de 2019.
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