Indignación entre los campesionos del Parc Agrari del Baix Llobregat porque la ampliación de las zonas de protección para las aves (ZEPA) anunciada por la Generalitat supondrá una “inviable” reducción de la superficie de cultivo que abastece al Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
Una preocupante “amenaza de muerte” se cierne sobre el Parc Agrari del Baix Llobregat, la gran despensa que nutre de productos agrícolas de proximidad al Área Metropolitana de Barcelona (AMB). El reciente anuncio de la Consellería de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya de que será ampliada la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en Viladecans y Gavà, a costa de la supresión de los terrenos de cultivo, ha soliviantado a los payeses que vaticinan que la aplicación de la medida supondría la muerte definitiva del sector agrícola del territorio en el plazo máximo de cinco años.
Ampliar las zonas ZEPA comiendo terrenos al Parc Agrari puede resultar “inviable” para el sector, según han denunciado la Cooperativa Agrícola de Viladecans y la Agropecuaria Gavà. La actuación no haría sino agravar la delicada situación porla que atraviesa el último reducto agrícola del Delta que, que desde hace años es víctima “del abandono de las administraciones públicas (Generalitat de Catalunya, Agència Cataana de l’Aigua (ACA), Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Diputación de Barcelona, Parc Agrari del Baix Llobregat y ayuntamientos de Gavà, Viladecans, Sant Boi y El Prat)”.
Las organizaciones agrarias de Gavà y Viladecans ha vuelto a recordad que en lugar de ampliar las zonas protegidas de la Red Natura 2000, lo que el sector necesita es “que se desarrolle un polígono agrícola profesional”, o el espacio agrícola “se extinguirá” antes de un lustro. La prueba más evidente de la veracidad de los pronósticos es que “compañías prósperas, que estaban creando puestos de trabajo, están abandonando las explotaciones de la zona porque hay demasiadas dificultades para salir adelante con proyectos empresariales agrarios a largo plazo”, han reivindicado el presidentesde la cooperativa Agrícola de Viladecans, Carles Faura, y el de la Agropecuaria de Gavà, Josep Pañella.
Tarde y envenenada
Las dos organizaciones también han criticado el anuncio de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) de una inversión de 74 millones hasta el año 2027 para mejora del estado ambiental del Delta y del Parc Agrari. El campesinado ha lamentado que las mejoras en el mantenimiento del sistema hidráulico (pendientes desde el año 2009), “llegan tarde” y están “envenenadas”, porque las mejoras de las actuales “viejas e insuficientes” infraestructuras de drenaje, que continuamente provocan la pérdida de las cosechas, “no puede compensarse con una ampliación de las zonas ZEPA que va a agravar el progresivo empobrecimiento de estas tierras”, insuficientes y viejas”, han señalado desde la Cooperativa de Viladecans y la Agropecuaria de Gavà.
Hace apenas un año, Faura y Pañella, acompañados por el grueso de los campesinos del Delta, ya denunciaron públicamente que la situación en el sector era “insostenible” por culpa de las deficientes infraestructuras hidráulicas, que han empeorado después del paso el año pasado del temporal Gloria. Entonces, los payeses lanzaron un “grito de auxilio” por las reiteradas pérdidas de cosechas y porque las inversiones en mantenimiento y modernización de las infraestructuras de drenaje no superan los tres millones de euros. “Se trata de una inversión muy moderada que de aumentarse acabaría con los graves problemas de inundaciones y las pérdidas de cosechas que se sufren de forma muy grave desde el 2018”.
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