El aeropuerto de El Prat sigue en caída libre tras un año de estado de alarma

El aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat sigue sin remontar el vuelo después de más de un año de restricciones por el inicio de estado de alarma y el covid-19. Más bien al contrario. Las pistas y las terminales pratenses siguen acumulando por duodécimo mes consecutivo cifras negativas y descensos el número de pasajeros y de operaciones realizadas debido a la caída en picado de los vuelos.

Las cifras del pasado mes de marzo, que el gestor aeroportuario AENA acaba de hacer públicas, ratifican que el aeropuerto barcelonés sigue liderando la caída operativa de toda la red española, por delante del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas. El mes pasado, las terminales pratenses recibieron 423.774 viajeros, lo que supone un 89,3% menos que en 2019 y un descenso del 70,1% respecto al mismo periodo de 2020. Por contra el aeródromo de Barajas (con pasajeros contabilizados) bajó un 80,2% con respecto a marzo de 2019 y un 50,8% respecto a 2020).

Algo similar ocurre con la operatividad aérea. Las pistas del Josep Tarradellas también son las que pierden un mayor porcentaje de aterrizajes y despegues de entre los grandes equipamientos de la red española. En marzo, El Prat gestionó 5.293 vuelos, lo que supone un 79,6% menos que en 2019 y un 61,8%) menos que en 2019. En el mismo periodo, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas registró 11.417 despegues y aterrizajes, un 66,7% menos que en 2019 y un 42,4% por debajo de las cifras de 2020.

La carga transportada resiste

El tráfico de mercancías también sufre las secuelas de la pandemia, ya que buena parte de la carga se mueve con los aviones convencionales de pasajeros en lugar de con los habituales cargueros, que prácticamente solo se destinan a la operativa de material sanitario y de mercancías esenciales. Y en este apartado el aeropuerto de Barcelona también es el que más se desploma con 11.234 toneladas facturadas, un 28,9% menos que en 2019 pero un esperanzador 12,2% más que en 2020. Los datos barceloneses contrastan con los del aeropuerto de Zaragoza, que transportó 17.992 toneladas de carga, un 3,8% más que en 2019 y un 74,8% más que en 2020.