Sant Andreu de la Barca prueba con éxito un programa para reparar las heridas emocionales del covid-19 con musicoterapia que podría ponerse en marcha de forma generalizada en septiembre
Los caminos de la música, como los del Señor, también son -a su manera- inescrutables. O, como mínimo, no son racionales. Los acordes y las notas del pentagrama viajan directamente a la parte inconsciente de la mente humana, allí donde se forjan los sentimientos, sin pasar por el filtro represor del cerebro. Por eso la música “conecta tan fácilmente con las emociones”, comenta Manela Delgado, máster en Musicoterapia y responsable de una prueba piloto de Sant Andreu de la Barca que busca reparar las heridas emocionales del covid-19, mientras suena un piano de fondo.
Manela Delgado, en un sólido dueto con el músico Carles Farràs, ha desarrollado “un programa músico-emocional para trabajar los problemas psico-sociales que también ha provocado la pandemia y amortiguarlos”, explica la musicoterapeuta. Unas secuelas anímicas y emocionales que han corrido como la pólvora desde el confinamiento, especialmente entre los que más han padecido los envites del coronavirus: las personas mayores, los profesionales sanitarios y esenciales, los cuidadores y las personas que han sufrido una pérdida.
El programa fue presentado al Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca, quien rápidamente se entusiasmó con la idea y cedió el conservatorio municipal para las sesiones terapéuticas para dos grupos: uno de jubiladas-vinculadas al Casal de Gent Gran- y otro de sanitarios del CAP y personal del propio consistorio. Las sesiones de ambos grupos acaban de concluir con una gran acogida, tanta que ya se trabaja en que el proyecto pase de ensayo a realidad y “se abra a toda la población” el próximo mes de septiembre, con algunas mejoras, han confirmado fuentes municipales.
En las sesiones de musicoterapia se ha hecho un poco de todo; conectar con el interior, improvisar, memorizar canciones para trabajar la parte cognitiva, dibujar componer la letra de una canción y después buscarle una melodía de forma improvisada ayudados por los instrumentos, compartiendo emociones. “La música es multimodal y aporta infinidad de beneficios, está demostrado que ayuda a mejorar muchas patologías. No cura, pero ayuda·”, confirma Delgado.
Al imbricarse en la música de forma activa (tocando el piano, la guitarra o el xilófono, cantando y bailando) o en un plano más pasivo (escuchando melodías relajantes o juegos de sonidos), las 20 asistentes al programa han podido liberar emociones que el covid-19 tenía prisioneras: “Ansiedad, miedo, incertidumbre, rabia… El sentirse desbordado e incapaz de poder hacer algo por mejorar la situación, el aislamiento forzoso y no poder ver a la familia, el sufrimiento y la impotencia, han ido minando a las personas”, explica Manela Delgado.
La experta está convencida de que la pandemia ha puesto de relieve que no estábamos preparados para lo que se nos vino encima y tampoco “teníamos herramientas suficientes para gestionar de forma positiva todo lo que nos estaba ocurriendo”, admite Manela Delgado. “Muchos necesitaban una válvula de escape y la han encontrado en la música”, afirma la terapeuta. III
| Una sexóloga en línea |
| El Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca ha puesto en marcha una consultoría a través de Internet (especialmente dirigida a los más jóvenes) para tratar temas vinculados con la sexualidad y las relaciones de pareja que pretende “resolver dudas y favorecer relaciones afectivas y sexuales sanas para prevenir formas de violencia machista”, han indicado fuentes municipales. El servicio, denominado CLARA (Consultoria en Línia d’Atenció sobre Relacions i Altres), atiende preguntas de forma confidencial y cómoda. Las consultas pueden plantearse enviando un correo a [email protected] al que dará respuesta individualmente antes de un mes una psicoterapeuta y sexóloga especializada. |
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