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Combate en la guerra del agua pública
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Combate en la guerra del agua pública

Por Juan Carlos Ayala
viernes 03 de septiembre de 2021, 09:00h
Siete ciudades de la comarca suscriben un manifiesto municipalista que defiende remunicipalizar la gestión de este suministro básico. Denuncian las prácticas de los operadores privados, que recurren e impugnan sistemáticamente todas las decisiones de los consistorios

Los siete municipios del Baix Llobregat con activos que defienden la remunicipalización del servicio del agua siguen en pie de guerra contra los operadores privados, a los que acusan de retorcer la ley para impugnar las decisiones adoptadas en los plenarios. Collbató, Corbera, El Prat, Molins de Rei, Sant Boi, Sant Feliu y Santa Coloma de Cervelló han suscrito en Terrassa (Vallès Occidental) un manifiesto conjunto con el resto del mundo local (un total de 40 alcaldes, ediles y representantes del municipalismo catalán). que reclama que la gestión del agua vuelva a ser pública . En el texto se y denuncia una estrategia de ‘lawfare’ (guerra jurídica) de los operadores privados del sector contra los procesos de remunicipalización del servicio.

Las localidades que forman parte de la Asociación de Municipios y Entidades por el agua Pública (AMAP), en la que juega un papel destacado el Ayuntamiento de El Prat, han visto como, en los últimos años, los procesos de recuperación de la gestión directa del servicio del agua se acaban dirimiendo en los juzgados. A pesar de que se trata, según los municipios, de una competencia reservada a los ayuntamientos, y que la ley reconoce que son exactamente estos quienes deben decidir cuál es el modelo de gestión que más conviene a sus vecinos.

La principal baza del manifiesto de Terrassa en su contraataque contra la avalancha de procesos judiciales iniciada por las empresas privadas de la gestión del agua ha sido destapar la estrategia de ‘lawfare’ de los operadores privados, con el gigante metropolitano Aigües de Barcelona (Agbar) a la cabeza, “que recurren e impugnan sistemáticamente las decisiones de los consistorios”, aseguran fuentes de la AMAP.

La asociación revela que esta judicialización del agua se ha extendido por todas partes, llegando incluso a municipios que apenas llegan a los mil habitantes, como por ejemplo Vila-rodona, Figaró-Montmany o St. Vicenç de Torelló. “Es inaceptable que Agbar priorice repartir beneficios y dividendos, siendo los ayuntamientos y sus decisiones democráticas los más perjudicados”, critican fuentes del consistorio pratense.

La AMAP insiste en que el manifiesto (firmado en mayo) pone negro sobre blanco que “cuando un ayuntamiento emprende el camino hacia la gestión pública del agua, se tiene que preparar para hacer frente a litigios”. Las fuentes consultadas del el consistorio pratense también hacen hincapié en la importancia del manifiesto suscrito Terrassa porque saca a luz “la actitud de Agbar”. “El agua tiene que ser un valor esencial para la sociedad como interés público”, precisan desde El Prat.

Hace falta recordar que el propio documento de Terrassa recoge con detalle cómo se está impidiendo a los municipios que abran un debate serio con sus ciudadanos para que se posicionen sobre qué modelo de gestión del agua querrían. Uno de los casos más llamativos es el de Barcelona, donde se ha impedido mediante una impugnación judicial la consulta ciudadana (declarada ilegal), sobre la gestión del agua que quería impulsar el ayuntamiento que dirige Ada Colau.

Aigües de El Prat, 1988
El Prat es un municipio pionero en la gestión pública del agua en Cataluña y continúa siendo uno de los baluartes más beligerantes en favor de la remunicipalización del servicio. El suministro de agua potable a los particulares y empresas pratenses está gestionado por la sociedad municipal Aigües del Prat, creada en el año 1988. Tanto el actual alcalde de El Prat, Lluís Mijoler (El Prat en Comú), que participó sin titubeos en la firma del manifiesto de Terrassa, como su antecesor, Lluís Tejedor (IC), desde siempre han mostrado públicamente su apoyo a la causa de la remunicipalización del agua y han defendido el modelo de gestión pública del servicio y suministro del que presume su ciudad.
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