En L’Hospitalet de Llobregat viven alrededor de 54.000 personas mayores de 65 años, lo que supone el 20% de la población. Por este motivo, la ciudad ha iniciado la campaña “Us hem trobat molt a faltar”, con la esperanza de que vuelvan a llenar las calles y a visitar los 10 casales municipales que reabren sus puertas. Estos cerraron el pasado mes de marzo de 2020 debido a la COVID-19, y no ha sido hasta esta semana que han retomado su actividad habitual, abriendo de lunes a domingo, de 10 a 13 horas y de 16 a 20 horas.
En la actualidad, el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat cuenta con varios proyectos dirigido a las personas mayores, con la idea de ofrecerles el mejor envejecimiento posible. Entre estos se encuentra el aprobar el Plan de acción de ciudades amigables con las personas mayores. Este permitirá que el Ayuntamiento pueda llevar a cabo nuevos servicios que respondan al envejecimiento demográfico. Para ello, trabajarán con el objetivo de crear entornos que faciliten el envejecimiento activo y saludable de la población. Además, la Semana de la Solidaridad, que se organiza del 8 al 14 de noviembre en colaboración con diversas entidades de la ciudad, también irá dirigida a las personas mayores.
Los casales retoman las actividades de forma segura
Para poder llevar a cabo la reapertura de los casales sin ningún peligro, el Ayuntamiento ha trabajado un plan con los 10 casales de L’Hospitalet de Llobregat. En este, han concretado las actividades que pueden realizarse según las medidas sanitarias establecidas actualmente por Procicat.
Entre las restricciones a cumplir se encuentra la de reducir el aforo al 70%, exceptuando aquellas salas en las que pueda asegurarse la distancia de seguridad. Además, para controlar que la gestión del aforo se cumple correctamente, cada casal contará con un auxiliar de seguridad que se encargará de abrir y cerrar el equipamiento.
Por el momento, las actividades que podrán realizar las personas que acudan a alguno de estos casales serán las de juegos de mesa, baile en línea y yoga. Por otro lado, se mantendrán cerrados los servicios de bar, peluquería, podología y de información social, así como tampoco se podrá comer ni beber en el interior de los casales.
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