Pensar no está de moda y los cuentos, cuentos son

El COVID ha sido uno de esos momentos donde la sociedad ha tenido que gestionar esa situación y donde determinados colectivos han ayudado a ello, poniendo incluso su vida en juego. Aquí nuestros valores toman fuerza, ayudándonos a combatir nuestros miedos. Las palabras pasan a ser herramientas imprescindibles para hacernos pensar, evocar nuestros recuerdos y darnos fuerza para seguir adelante. Los cuentos tienen ese poder ya que con la imaginación desarrollamos nuestra creatividad. La imaginación no tiene límites, es infinita y junto con la fantasía, nos traslada al maravilloso mundo de los sueños. Los niños visitan este mundo con mucha frecuencia. No le ocurre lo mismo a los adultos que, por desgracia, se olvidan muchas veces de él. Y también de que fueron niños. Deberíamos permitirnos volver a conectar con este mundo, viajar a través de la fantasía y la creatividad y jugar con todos nuestros sentidos, permitiéndonos visitar el país de los sueños y mostrándonos como, a través de los personajes, podemos encontrar una solución a nuestros problemas y estimular la ilusión por la vida. Si, porque sin ella estamos prisioneros de nuestra propia monótona existencia. La pandemia que estamos viviendo nos ha conectado con esta falta de libertad, extrayendo todo lo bueno y lo malo del ser humano, activando en muchos momentos el miedo y encadenándonos a él.

El libro “Pensar no esta de moda y los cuentos, cuentos son” nos conecta con nuestros valores y emociones y nos ayuda a enfrentarnos a esos difíciles momentos. Sus personajes aprenden a enfrentarse a la ignorancia y resuelven los problemas que les surgen con la ayuda del conocimiento y la sabiduría y, cómo no, con la experiencia de una abuela que quiere enseñar a sus nietas el poder de la imaginación, los valores personales y la importancia del saber para resolver los conflictos que se nos presentan en la vida. III