Los Mossos d’Esquadra acudieron a locales nocturnos de Molins de Rei el pasado viernes 19 de noviembre, para controlar si se aplicaban correctamente las medidas de seguridad sanitaria, establecidas para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
Durante este proceso, los agentes detectaron una irregularidad en una sala de fiestas en la que había 3 personas que ejercían funciones de personal de control de acceso, pero no estaban habilitados para llevar a cabo la tarea de admisión de clientes. Por este motivo, los agentes denunciaron a los responsables del local por no disponer de controladores con el título que les habilita a llevar a cabo estas funciones. A lo largo de la inspección, los Mossos d’Esquadra también detectaron que los extintores antiincendios estaban caducados, por lo que tuvieron que imponer otra denuncia a este mismo local.
Posteriormente, durante la inspección nocturna localizaron una discoteca que excedía el aforo máximo autorizado. Y es que, pese a que antes de la pandemia podía alcanzar hasta un aforo de 990 personas, distribuidas en 3 salas, actualmente, con la vigencia de las restricciones, el aforo se encuentra limitado al 80% de su máximo autorizado. Tras realizar un recuento, pese a que el máximo autorizado era de 773, los agentes contabilizaron un total de 908 personas. Por este motivo, denunciaron al personal de control de acceso por no ejercer correctamente las funciones de control de aforo que se les encarga por ley.
Finalmente, los agentes terminaron la noche con seis actas levantadas por infracciones a la normativa de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, y una más por incumplimiento de exceso de aforo.
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