En el siglo XIX Barcelona decidió derribar sus murallas para favorecer la salubridad y la expansión de la ciudad. Un siglo más tarde, multiplicada la población, las barreras naturales que limitan la capital (los ríos Besos y Llobregat, la sierra de Collserola), han sido desbordadas por la ciudadanía. La densidad urbana, alcanza L’Hospitalet y Cornellá; según avanzamos hacia poniente, el espacio libre se va incrementando.
Los habitantes de Barcelona, particularmente los jóvenes, buscan residencia a mejor precio en las poblaciones menos densificadas del Baix Llobregat. Los que nacieron en la comarca y pretenden independizarse de los padres, quieren quedarse a vivir en sus poblaciones.
¿Qué han de procurar los ayuntamientos de nuestra comarca? ¿Han de facilitar la construcción de nuevas viviendas o han de preservar los espacios no edificados? ¿Qué previsiones de desarrollo urbanístico tienen nuestros alcaldes?.
A dieciséis meses de las próximas elecciones municipales, hemos querido preguntar a los partidos políticos presentes en la comarca, sobre cuáles son sus previsiones de futuro respecto a la construcción de vivienda de obra nueva.