El CIPAG (Colectivo por la Investigación de la Prehistoria y la Arqueología del Garraf-Ordal) está trabajando en la limpieza, clasificación e interpretación de las piezas arqueológicas que se han encontrado en la última campaña de excavaciones de la cueva de Can Figueres, de Begues. Esta se llevó a cabo en un yacimiento prehistórico en el cual, hasta el momento, se han localizado diferentes nieles de enterramientos y restas de fauna mucho más antigua.
En esta cueva se han encontrado hasta el momento restas de enterramientos como huesos o urnas de incineración, las cuales se encontraban mezcladas y correspondían a la etapa final del neolítico y a la edad del bronce. En muchas ocasiones se trataba de restas mezcladas en una capa de unos 30 centímetros, muy removida a causa de la acción de las personas que accedieron anteriormente a la cueva, en 2006, cuando el CIPAG comenzó un análisis sistemático de la cueva.
Durante la exploración, los profesionales encontraron en la sala principal de la cueva un agujero profundo realizado por antiguos arqueólogos profesionales, el cual se encontraba en un espacio de unos 18 metros de largo. Ante esto, el CIPAG aprovechó este espacio para sondear el yacimiento hasta llegar a la capa estalagmítica, una plancha dura formada, posiblemente, por una inundación o filtraciones de agua.
Según han señalado los expertos del CIPAG, esta capa estalagmítica tiene una edad de 97.000 años y, bajo esta, se han encontrado restas de fauna, especialmente grandes herbívoros, como la cabra pirenaica. Ante esto, han indicado que debían tratarse de animales cazados por depredadores, grandes carnívoros, quienes los introdujeron en la cueva para devorarlos.
Finalmente, han señalado que, pese a que la cueva de Can Figueres no se convertirá en un yacimiento que se pueda visitar, todos los descubrimientos que se han hecho sobre los enterramientos ya están explicados en el programa Paseos por el Parque Prehistórico Cueva de Can Sadurní.
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