La Guardia Urbana de L’Hospitalet incorpora una Unidad Especial de Intervención

La Guardia Urbana de L’Hospitalet cuenta con una nueva Unidad Especial de Intervención, la cual está formada por 15 agentes y 2 comandantes. Esta actuará con el objetivo de mejorar la seguridad de la ciudad, a la vez que da respuesta inmediata a aquellas situaciones que lo requieran, como pueden ser los casos de botellones, los ruidos nocturnos o el control de las zonas de ocio.

Esta primera promoción de la Unidad Especial de Intervención se ha formado en la Escuela de Policía y, posteriormente, en la comisaría de la Guardia Urbana de L’Hospitalet. Además, según ha señalado el Ayuntamiento de L’Hospitalet, se prevé que antes de que termine 2022 se incorporará una segunda promoción que permita que esta unidad llegue hasta los 28 efectivos.

La alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, ha señalado que estos agentes apoyarán a las patrullas de la Guardia Urbana, de forma que «la unidad será clave para luchar contra la delincuencia, pero también para controlas las zonas de ocio nocturno y evitar que los incívicos alteren la convivencia vecinal». Además, ha indicado que esta es «una acción más de esa Alianza por la convivencia que hace que L’Hospitalet sea cada día un lugar mejor para vivir».

Como ha mencionado Marín, la puesta en marcha de esta unidad es una acción que forma parte de la Alianza por la convivencia, la cual trabaja dentro del marco del Pacto de ciudad, y que tiene como objetivo lograr que L’Hospitalet sea una ciudad más limpia, segura, acogedora y amable para todos.

Por tanto, para lograrlo, la Unidad Especial de Intervención actuará tanto frente a actos delictivos como en situaciones de incivismo, de forma que está organizada para apoyar a las patrullas de la Guardia Urbana, y será imprescindible en aquellas actuaciones que desborden la capacidad operativa de los agentes o cuando haya una emergencia.

Finalmente, entre las funciones que llevará a cabo esta Unidad Especial de Intervención se encuentran las de atender los requerimientos derivados desde la Central de Mando; prestar servicio de vigilancia de los espacios públicos; desarrollar funciones de prevención delictiva; intervenir en situaciones de inseguridad y carencia de civismo; controlar establecimientos públicos conflictivos; participar en operativos de orden público frente a aglomeraciones y alteraciones; y, por último, proteger al Ayuntamiento y a las autoridades municipales en situaciones de especial complejidad.