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El binomio óptimo: deporte y salud
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El binomio óptimo: deporte y salud

Por Fernando Martín
sábado 07 de mayo de 2022, 17:18h

Nuestro cuerpo lleva evolucionando decenas de miles de años, adaptándose a las circunstancias en las que se desenvuelve la vida en nuestro planeta.

Lo hábitos de la sociedad actual han llevado a los seres humanos a una vida más sedentaria y nociva para la salud. La falta de ejercicio físico es una de las causas principales de un sinfín de problemas y trastornos.
El ejercicio físico no funciona solo sobre el exterior sino también sobre el interior del cuerpo, en las emociones tan maltrechas en los tiempos actuales.
Es cierto que la farmacopea ha salvado muchas vidas y ha otorgado calidad a millones de ellas, pero en ocasiones asistimos a la dispensación de decenas de medicamentos en las farmacias a pacientes, que podrían prescindir de algunas con una vida saludable y ejercicio físico diario.
El deporte mejora las funciones cardiovasculares y respiratorias, fortalece los huesos y el sistema inmunológico. Evita la obesidad, reduce el colesterol y mantiene a raya la glucosa, además de la parte anímica de nuestro organismo. Muchos sedantes, antidepresivos, ansiolíticos y somníferos se podrían retirar o disminuir, si quienes sufren trastornos emocionales practicaran un deporte, de media a una hora diaria, como mínimo tres veces a la semana.
Con el ejercicio, liberamos grandes dosis de serotonina que mejora el estado de ánimo, y endorfinas, sustancias químicas que actúan como un analgésico natural mejorando nuestro bienestar.
El ejercicio tiene que practicarse de acuerdo con la salud de cada persona, su edad y sus patologías. Los médicos recomiendan empezar poco a poco, no hacer excesos si no se ha hecho nada nunca, que es el caso de casi la mitad de los españoles. Los expertos observaron que después del confinamiento y durante la pandemia los ciudadanos le dieron más valor a moverse, por el trauma físico y psicológico que supuso tantos meses de encierro. Es curioso, porque confinados teníamos tiempo, pero no podíamos hacer deporte, solo el que nos permitiera el espacio de nuestra vivienda.
La falta de tiempo no debería ser una excusa para no hacer ejercicio, salvo en casos extremos, porque en el día de hoy debe haber también un tiempo de ocio y deporte que nos sirva para desconectar de la rutina, del estrés y para liberar la tensión acumulada.
Se trata de romper el círculo vicioso que es la inacción. No se trata de alargar solo la vida, sino de hacerlo con calidad. El ejercicio físico no es una fórmula magistral, pero es una de las mejores medicinas que existen. La soledad, la hipertensión, la depresión y la falta de autoestima pueden combatirse, aunque no necesariamente ganarse, con la práctica de deporte, para hacernos más fuertes física y psicológicamente.

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