El cántico“Som Ferro” coreado hasta la afonía, banderas azules, calles abarrotadas y mucha épica. Sant Boi se ha convertido este largo fin de semana de la segunda pascua en una enorme fiesta para celebrar que la UE Santboiana se ha hecho con el título de la liga de la División de Honor, el máximo trofeo nacional. Y lo ha hecho en un momento para la historia: justo en el año en que el club decano del rugby español está celebrando el centenario de su fundación.
Los aguerridos jugadores de la UE Santboiana han necesitado 16 años para volver a festejar el título de liga –el octavo en su palmarés- y lo han hecho en el momento soñado, como colofón a los actos que durante los últimos meses han conmemorado los 100m años de historia del club. La épica de la hazaña no ha sido solo deportiva, porque la ciudad se ha volcado con el equipo tanto durante la final decisiva contra el AMPO Ordizia –que el domingo llenó hasta la bandera el Complex Esportiu Baldiri Aleu con más de 3.000 aficionados– como en la rúa triunfal del lunes, que ha teñido con el azul del club el triunfal paseo en autobús descubierto del equipo entre el campo del club y la plaza de l’Ajuntament.
Con todo el equipo en la plaza y el capitán Afa Tauli ofreciendo el título a la afición, la euforia y la alegría se han desbordado frente a la casa consistorial, donde no cabía una aguja. La alcaldesa, Lluïsa Moret, y el Ayuntamiento en pleno han brindado con cava por el descomunal éxito de la Santboiana. “Habéis hecho historia otra vez y sois el orgullo de la ciudad", a la que han situado por la puerta grande “en el mapa deportivo” español, ha aplaudido Moret.
Reto mayúsculo
Desde que comenzó la preparación de los actos del centenario, el club se había fijado como meta conquistar la liga, un reto mayúsculo porque la UE Santboiana llevaba más años de los deseables sin saborear las mieles del triunfo en la Liga de División de Honor. El reto era mayúsculo pero la plantilla que dirige Sergi Guerrero se ha dejado la piel, convirtiendo en un feudo inexpugnable el Baldiri Aleu, lo que a la postre les ha valido el título, después de una gran temporada.
Porque el equipo de Sant Boi no lo ha tenido nada fácil: derroto con casta al Barça en los cuartos de final (30-23), al Complutense Cisneros en las semifinales (32-26) y puso la guinda al pastel en la final del domingo contra el Ordizia (23-17). La afición esperaba algo así desde la temporada 2005-06, la del último campeonato conquistado, pero no lo tenía demasiado claro antes del inicio del encuentro decisivo (lo que no significa que no confiara plenamente en los suyos), ya que la Santboiana había perdido en los seis enfrentamientos anteriores disputados contra el equipo guipuzcoano Ordizia. Por eso la victoria supo doblemente a gloria y provocó aún más el estallido de los aficionados cuando concluyó el partido y el baño de masas recibido por la escuadra azul desde que comenzaron los festejos por la victoria.
Inicio con angustia
Y es que el inicio del partido contra los ‘goierritarras’ recordó demasiado al encuentro entre ambos clubs disputado en abril en Altamira y en el que los de Sant Boi salieron escaldados y fueron noqueados por dos puntos por los entonces locales. En el domingo decisivo, el Ordizia también tuvo contra las cuerdas a los anfitriones en el Baldiri Aleu, en un arranque de final intenso, jugado de tú a tú, con constantes alternativas en el marcador.
Pero el empuje de la delantera local, presionando fuerte sobre la línea de cinco del rival, fue haciendo mella El partido de los partidos arrancó con un irrefrenable empuje de la delantera local, apretando con todo sobre la línea de cinco ordiziarra, pero sin demasiado éxito. Más bien, al contrario: el Ordizia resistió y en su primera aproximación logró inaugurar el luminoso.
Jorba abre el marcador
Con los nervios del público del Baldiri Aleu en un brete, pero con los ánimos y el apoyo del graderío siempre por todo lo alto, la reacción del Santboi no se hizo esperar. El conjunto azul se lanzó a tumba abierta y Jordi Jorba hizo un ‘offload’ al límite para lograr el primer posado local de la matinal de rugby.
A partir de ahí la tensión y la emoción se repartieron a partes iguales entre los dos contrincantes, que jugaban más a evitar los errores propios y forzar los del rival, que a correr riesgos. Pero sin rendirse.
Una copia del primero
El segundo tiempo fue una copia del primero: la Santboiana apretó las tuercas al AMPO Ordizia llevándolo al borde de la asfixia, pero los guipuzcoanos lograron zafarse, y de estar contra las cuerdas, los’ goierritarras’ pasaron a alejar el peligro, gracias a una patada defensiva salvadora después de un golpe de castigo.
La Santboiana no desfalleció y siguió peleando por afianzar su ventaja, algo que logró con un ensayo crucial de Nacho Contardi y una conversión de Rojas, que abrieron la primera brecha en el marcador. Pero fue efímero porque el Ordizia logró recortar distancias con un lejano pateo de Valentín Cruz. Con la grada del Baldiri Aleu volcadacon los suyos y la escuadra local muy metida en el partido, los de de Sergi Guerrero se vinieron arriba. A falta de poco más de ocho minutos para el final de la contienda, Rojas transformó un complicadísimo golpe de castigo en tres puntos que ponían la victoria a un paso.
El todo por el todo
Pero lo que quedaba de encuentro no iba a ser de ninguna manera un paseo triunfal para la escuadra local, porque la armada roja lo intentó hasta el final, jugándose el todo por el todo forzando una melé, que acabó en un golpe de castigo a favor del equipo decano, que acabó con el sueño del Ordizia de coronarse por primera vez como campeón de la Liga de División de Honor.
Con su triunfo, la UE Santboiana toma el relevo como campeón estatal del VRAC Quesos Entrepinares, que ha sido el ganador de ocho de los últimos nueve torneos.
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