Desde hace años pendía sobre la reserva natural del Delta del Llobregat la espada de Damocles de una intervención directa de la Unión Europea (UE) e incluso la de fuertes multas por mantener ‘desprotegidos’ los humedales de la desembocadura. La Generalitat de Catalunya, administración responsable de la gestión no había hecho los deberes y la Comisión Europea remitió a España una carta de advertencia en febrero del año pasado en la que calificaba de “insuficientes” las compensaciones ambientales ejecutadas tras la ampliación del Port de Barcelona y el aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat. En la misiva, Europa exigía “proteger más y mejor al Delta del Llobregat” bajo la amenaza de sanciones.
El ultimátum ha causado efecto y este jueves la consellera d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, Teresa Jordà, y el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, han hecho pública una propuesta de modificación de los espacios protegidos, que supone duplicar la extensión de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que pasarán de las 935 hectáreas a más de 2.372 hectáreas. El proyecto, recién salido del horno, será presentado en los próximos días al resto de municipios afectados y a los agricultores del Parc Agrari del Baix Llobregat, una pieza clave en todo el proceso.
Jordà ha reconocido que el problema de la falta protección del Delta del Llobregat llevaba “demasiados años” desatendido y que a partir de ahora empieza “a cerrarse la carpeta abierta” tras la advertencia de la UE y se abre paso a una nueva etapa en la que “se va a extremar la preservación de la biodiversidad. Estábamos en deuda con el Delta”, ha subrayado la consellera.
Necesidad mutua
Además, con la intervención se va a mimar y a promocionar la actividad agrícola en el Parc Agrari del Baix Llobregat, en tanto que las zonas ZEPA y los cultivos se necesitan mutuamente. “Sin pagesia no habrá espacios naturales y sin espacios naturales no habrá pagesia”, ha subrayado la titular de Acció Climática.
Aunque la Comisión Europea proponía ampliar las zonas ZEPA hasta las 4.000 hectáreas como compensación, los técnicos medioambientales han apostado por una “mejora cualitativa” de los espacios –incorporando un nuevo modelo de gestión dotado de recursos económicos (50 millones de euros hasta 2026)- en lugar de una mejora meramente numérica, “de mayor extensión, pero en la práctica de menor protección”, han precisado fuentes municipales. “No solo se trata de dibujar más zonas protegidas en un mapa. Detrás hay un plan dotado de inversión”, ha precisado Lluís Mijoler.
Así, la ampliación física de los espacios naturales protegidos irá de la mano de un plan de gestión de los espacios del Delta que destinará directamente 2,2 millones de euros a las zonas ZEPA e incluirá una batería de medidas para “contener la especulación urbanística”, para impulsar la tecnificación de una agricultura de proximidad y sostenible en el Parc Agrari (con el desembolso de 35 millones de euros, el 70% del presupuesto hasta 2026) y con importantes mejoras del régimen hídrico y las zonas de regadío, a los que se destinarán casi 12 millones de euros, ha asegurado Jordà. La idea es que se defina “un modelo de gestión conjunta de los diferentes espacios que conforman las infraestructuras verde, los espacios naturales y agrícolas, el río Llobregat y el litoral” que cuente con una mayor dotación presupuestaria.
El 95% de las peticiones
El alcalde de El Prat ha comentado que, aunque parezca que se ha reaccionado tarde a las amenazas de la UE, “todavía se está a tiempo de mejorar y de conservar los espacios naturales del Delta”, aunque el cambio climático ya está empezando a hacerse notar. Mijoler ha destacado que el proyecto, además de recoger “el 95% de las peticiones de El Prat” se ha concebido “con mirada de conjunto”, lo que supone una garantía adicional.
Aunque en la presentación del proyecto no estaban presentes representantes del resto de municipios afectados por la ampliación (como Viladecans o Sant Boi), la consellera ha asegurado que también “se les va a abrir la puerta para que hagan sus aportaciones”, en reuniones técnicas que están previstas para los próximos días. También se van a programar encuentros con el sector agrícola. “Vamos a multiplicar el diálogo con los ayuntamientos, con los consorcios implicados para lograr el máximo consenso”, ha asegurado Teresa Jordà.
Futuro a largo plazo
La consellera ha destacado que el consenso que se busca va más allá del momento presente y "por primera vez en muchos años proponemos a todos los actores trabajar por un futuro a largo plazo por el Delta, para preservar sus valores ambientales y vinculados a su gestión agrícola, rehuyendo de la amenaza persistente de un aumento de la especulación urbanística que lo condene definitivamente", ha reiterado Jordà. Mijoler ha añadido que el acuerdo es " importantísimo, histórico” por su contenido y porque “nos compromete a seguir abriendo camino a la agenda por el Delta”.
La ampliación de zonas ZEPA propuesta por la conselleria d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat va a proteger a partir de ahora entornos de El Prat como toda la zona de la Ribera (en el norte del municipio) y la franja comprendida entre el Eixample Sud y la playa, además del corredor litoral que conecta la laguna de La Ricarda con la del Remolar (a través de la playa de El Prat), el antiguo campo de golf, y las instalaciones del Ministerio de Defensa. Asimismo, la ampliación incorpora los terrenos entre las lagunas del Remolar y la Murtra (Viladecans), la Riera de los Canyars (Gavà) y varias zonas del entorno de las Basses de Can Dimoni (Sant Boi).
No más cemento
El incremento de la zona de protección blinda todavía más al territorio de una futurible ampliación del aeropuerto. “No hace falta más cemento. Si ya no era posible ampliar la tercera pista antes del plan ahora todavía más”, ha advertido Jordà. Mijoler ha puntualizado que con la actual zona ZEPA la laguna de La Ricarda “ya está blindada”, y así lo reconoce ya la UE.
Uno de los elementos destacados del plan de gestión ces que contemplará medidas para hacer compatible la protección ambiental con la actividad del Parc Agrari del Baix Llobregat, “porque es posible hacerlos compatibles. Son dos mundos que hasta ahora no había cooperado pero la situación va a cambiar a partir de ahora, porque va a ser más flexible con los usos agrícolas”, ha avanzado la titular de Acció Climática.
Facilidades para los invernaderos
En este sentido, el plan incorporará una política de acompañamiento a los agricultores con el objetico de potenciar su actividad productiva y hacerla avanzar hacia una agricultura sostenible y de valor añadido. En esta línea, se va a revisar el plan especial del Parc Agrari “para facilitar la instalación de invernaderos”. El objetivo final es que el Delta del Llobregat se convierta “en un referente del equilibrio sostenible entre una producción agroalimentaria de proximidad y la preservación del medio natural”, han subrayado fuentes municipales.
Mijoler y Jordà se han comprometido a poner en marcha antes del próximo mes de octubre una comisión que permita articular una propuesta que supervise la ejecución de las inversiones previstas por la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) para mejorar la calidad de las aguas y el drenaje de toda la superficie deltaica. En este sentido, en el período 2022-2025, la ACA prevé movilizar 9,34 millones de euros en prevención de inundaciones y mejora de la red de drenaje y 2,7 millones de euros en mejora de zonas húmedas y cursos fluviales. Por otro lado, la conselleria invertirá otros 35 millones de euros hasta el 2026 en mejoras en regadío.
La agenda del Delta
El acuerdo de este jueves es un primer paso para definir una agenda de actuación en todo el Delta que la convierta “en un referente internacional de innovación y sostenibilidad”, ha indicado el alcalde de El Prat. Para seguirla formulando y abordando, ayuntamiento y Generalitat han acordado convocar el próximo otoño unas jornadas conjuntas que reunirán a expertos y responsables políticos para reflexionar sobre cómo reforzar el modelo de equilibrio territorial del Delta del Llobregat (donde conviven infraestructuras, espacios urbanos e industriales, y espacios agrícolas y naturales de primer orden) con el fin de convertirlo en un modelo a nivel europeo e internacional de innovación e integración sostenible de estos diversos espacios.
Durante el encuentro, el alcalde Mijoler ha trasladado a Teresa Jordà “la necesidad” de que la Generalitat -en concreto la empresa pública Aigües Ter-Llobregat- para recuperar el buen estado de la playa protegidas de La Ricarda y las situadas frente al Mirador del Semáforo y el Cuartel de los Carabineros de El Prat, una aportación que está recogida en la Declaración de Impacto Ambiental (DÍA) de la planta desalinizadora pratense pero aún no se ha realizado.
Medidas estructurales en el litoral
Además de esta aportación y la que anualmente tiene que hacer el Port de Barcelona, el alcalde de El Prat ha recordado que son necesarias “medidas estructurales para frenar la regresión de la litoral deltaico y hacer frente a los efectos de los últimos temporales y del cambio climático”. En la misma línea, Mijoler y Jordà han coincidido en la importancia de que el Gobierno de España lleve a cabo “los estudios necesarios para definir y ejecutar estas medidas”.
Por último, el Ayuntamiento de El Prat y la Generalitat de Catalunya se han compartido a “impulsar una auditoría ambiental que permita conocer con exactitud cuál es la situación actual del Delta del Llobregat”. Como preámbulo a esta análisis, el consistorio pratense ya presentó en octubre de 2021 un documento que resume los diferentes informes encargados por el consistorio en esta materia, en relación con la posible ampliación del aeropuerto.
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