El barrio de Can Vidalet se ha convertido en el primero de Esplugues en disponer de un ascensor urbano para salvar el desnivel entre dos viales y así eliminar barreras arquitectónicas y facilitar los desplazamientos a las personas con movilidad reducida. El elevador conecta desde este verano el parque de Can Vidalet con la Calle Cedres, a la altura del complejo socio-cultural y deportivo del barrio, salvando un considerable desnivel.
La entrada en servicio del ascensor, que ha requerido una inversión de 500.000 euros, ha permitido abrir una nueva conexión entre el parque y la plaza Blas Infante, a través del espacio abierto entre el Campo Municipal El Molí, la escuela Can Vidalet y la rambla Virgen de la Merced. El elevador se cierra por las noches para evitar actos vandálicos.
La alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, ha destacado que el estreno del primer elevador de la vía pública suprime una importante barrera arquitectónica de la ciudad, lo que aumenta “el nivel de accesibilidad” de la ciudad. Además, la ubicación de la instalación permite “fijar la cota cero entre importantes espacios de convivencia, como son el parque, el nuevo complejo socio-deportivo o la rambla de Virgen de la Merced”, ha subrayado Díaz.
Adoquines de Santa Magdalena
El ascensor no es la única barrera arquitectónica que se ha suprimido con la intervención urbanística. También se ha habilitado un camino accesible a través de rampas hasta el centro socio-cultural –que se han utilizado los adoquines retirados durante la última reforma de la plaza Santa Magdalena- y se han plantado agapantos, una especie floral muy vistosa que se caracteriza por su belleza y su resistencia.
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