Brullas se vio obligado a ponerse al frente de la empresa familiar con tan solo 20 años, tras la muerte de su padre y este hecho le hizo coger carrerilla en el mundo laboral desde bien pronto. Una vez convertido en empresario, Pere creó su propia empresa de logística estatal centrada en el ámbito del transporte. El autor pretende plasmar sus conocimientos en los libros, un empresario apasionado por la historia y por lo que le envuelve, que se refugia en la escritura.
El primer libro de la trilogía “Obessions”, Les mines, l’amor i altres enigmes, pone el foco en la no casualidad de los encuentros arqueológicos. Según apunta el autor, estos descubrimientos siempre tienen una explicación. Los protagonistas Miquel, Ana y Darlyn, presentes también en la segunda novela, tienen el mérito de sacar a la luz la historia que hay tras un descubrimiento.
Nova York, l’home que es creía Déu, es titulada la segunda novela de Brullas que es escrita desde el pensamiento de una trilogía, por lo que se puede leer individualmente, pero cobra sentido con la lectura de la primera, dado se conoce mejor a los personajes. En esta segunda fase de la trilogía, Brullas pone sobre la mesa un caso misterioso, un triple crimen. El descubrimiento de tres cadáveres enterrados dentro de un coche al construir un complejo de ocio en Les Sorres de Gavà, ubicado entre el mar y la ciudad, hace saltar todas las alarmas y da inicio una compleja historia. Los protagonistas, el abogado Miquel Roca y su amiga Ana López, se adentran en una gran aventura tomando la investigación por su cuenta, externos a la investigación policial sobre lo ocurrido. Ambos tienen claro la identidad de la persona que ha planeado el triple crimen, o en un principio, eso piensan.
La novela da inicio en Gavà, pero pronto se traslada a Nueva York, donde se desarrolla la historia con unos objetivos principales entre los que se encuentran obtener pruebas del autor con los hechos, conseguir que Ana se deshaga del acosador que hace de su vida un auténtico calvario e identificar al culpable de los tres crímenes. Los protagonistas no tienen un trabajo fácil. Una mezcla de misterio, amor y toques de novela negra hacen que la segunda novela de la trilogía de Brullas sea un reclamo.
El Casc, la cara fosca del desig, completa la saga de Pere Brullas, ubicándose en los años 60 del siglo XX, en el que un labrador trabaja sus tierras en el mismo escenario que el segundo libro, en Les Sorres de Gavà, donde encuentra un casco etrusco, relacionando con el descubrimiento del coche con tres cadáveres en su interior y ubicando cada suceso con una distancia temporal de 50 años. La última novela de la trilogía del autor expone el personaje de Dolors Arnau, intendente de los Mossos d’Esquadra, así como del protagonista Miquel.
Pere Brullas establece un vínculo en su segunda novela entre una gran ciudad y el municipio en el que reside desde bien joven. Una de las grandes ciudades con una pequeña ciudad, Gavà, pero de gran importancia en la comarca baixllobregatina, que cuenta con una gran historia arqueológica. Brullas se expone como un fiel defensor de la comarca y destaca en un artículo que en ocasiones se ha visto juzgado, o al menos esa ha sido su impresión, al contar su ciudad de procedencia. Hecho que en sus novelas ensalza el municipio de la costa.
Cabe destacar que uno de los hilos conductores entre los tres libros es la arqueología, los descubrimientos históricos en este sector, y como consecuencia la investigación policial vinculada a la política en sus diferentes aspectos.
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