Entra en servicio de forma provisional el tronco principal de la autovía B-25, que permite una conexión prácticamente directa entre las autopistas A-2 y la C-32 y en enlace con la C31-C sin atravesar el casco urbano de Sant Boi. La rotonda de la Parrellada, la bestia negra de los monumentales atascos en la comarcal C-245 para salir y entrar a la ciudad, deja de funcionar como tal pero eso no alivia el colapso viario en el tramo afectado por las obras y los desvíos. La obra de la B-25 va a requerir la inversión de 65,83 millones de euros y promete una circulación eficiente y segura para dentro de unos meses.
La autovía B-25 ha empezado a funcionar este lunes como tal, aunque solo con un carril por sentido y de forma provisional. Ya ha entrado en servicio provisional el tronco principal de la futura autovía B-25, desde el enlace 607 con la autovía A-2 hasta la carretera C31-C, con un carril habilitado por cada sentido de la circulación.
La puesta en marcha de este tramo permitirá mejorar la movilidad y los tiempos de recorrido mientras vayan avanzando las obras en la autovía B-25. Actualmente se está trabajando en la construcción del enlace con Sant Boi y la carretera BV-2002.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha invertido 65,83 millones de euros (IVA incluido) en las obras de prolongación de la autovía del Baix Llobregat B-25, entre la C-32 y la A-2. Esta nueva autovía mejorará considerablemente la conexión entre todas las carreteras de la zona, para garantizar una circulación eficiente y completamente segura para todos los usuarios.
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