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Reiníciate

Por Joan Carles Valero
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
No ha habido periodo en la historia sin que los hombres se consideraran inmersos en una crisis. Una expresión que amaga el inevitable fluir, el cambio, la transformación de las sociedades.

Porque las crisis constituyen la lógica del devenir histórico de la humanidad. Las grandes crisis son también motivo y ocasión para una transformación, una metanoia, un cambio de enfoque, de percepción, un cambio de perspectiva. En definitiva, un giro en la conducta y el destino. La filosofía, de donde bebe el último libro del hospitalense Antonio Fornés, que lleva por título el mismo que este artículo, se aviene bien a estos tiempos suspendidos que reclaman introspección y contagian lo espiritual. Y, naturalmente, encaja como zapato de cristal a Cenicienta con la apuesta por sí mismo que se defiende desde este rincón de El Llobregat.

Sostengo que la filosofía, en estos tiempos convulsos, goza de buena salud; quizá mejor y más vigorosa que otros ámbitos de la cultura que cuentan mucho más con el favor popular. Esperemos que el nuevo Gobierno de España sea más generoso con la filosofía, y en general con las Humanidades, que son, junto con las Ciencias y las carreras técnicas, el trípode sobre el que se sustenta la cultura. Porque la filosofía no sólo nos instruye cuando es de calidad, cuando posee el nervio de lo que está vivo. También puede deleitarnos. La buena filosofía suele estar acompañada de una muy buena prosa, como es el caso del libro Fornés, inteligible para todos los públicos.

Lo relevante ante la crisis es la actitud que adoptamos frente a ella. Muchos son los ciudadanos que colapsan como nuestros ordenadores cuando son inoculados por el virus de la desesperanza o la depresión; o cuando se bloquean bruscamente ante la cantidad de tareas abiertas. La solución, como en los ordenadores, es siempre reiniciar.

Ante el bloqueo vital, resetear
Al igual que las computadoras, necesitamos detenernos y encontrarnos a solas con nosotros mismos para reanudar el sistema operativo de nuestra existencia. En definitiva, “resetear” nuestras vidas, reemprendiéndolas para, desde el compromiso, reanudarlas con plenitud. Y para empezar con buen pie, lo mejor es leerse de un tirón (poco más de cien páginas) el último libro del filósofo e historiador Antonio Fornés, titulado con el estimulante apelativo “Reiníciate”.

Editado por Diéresis, “Reiníciate” se presenta sobre fondo amarillo con un elocuente logo del botón de encendido de los ordenadores. Su autor, que también es diplomado en Ciencias Religiosas y atesora un trío de másters (marketing, dirección de empresas y edición), repasa con tonificante escritura las vidas de una docena de personajes de la historia, el pensamiento y el arte para encumbrar la moraleja de que si ellos pudieron cambiar sus vidas, nosotros también podemos. Antonio Fornés presentará su libro el 26 de enero a las 19,30 horas en la Tecla Sala de L’Hospitalet, muy cerca de su domicilio paterno, para desafiar el maleficio que entraña ser profeta en tu propia tierra.

En el instituto Torras i Bages de L’Hospilatet, tuve un profesor de filosofía durante mi Bachillerato, Francesc Boldú, que me subió sobre los hombros de gigantes como Platón, Aristóteles, Heráclito y los más recientes Kant o Nietzsche, entre otros. Al igual que hizo Boldú en mi adolescencia, Fornés ha conseguido ahora en la madurez contagiarme pasión por la filosofía, algo aparentemente inútil y considerado como la cenicienta de la cultura española. Pero muy práctica si tienes voluntad de dar nitidez a tu vida.

Doce casos en los que ellos pudieron
Fornés introduce al lector en las aperturas al infinito de hombres como Kant, que invita a asumir el control de nuestra propia vida atreviéndonos a pensar; de Pascal, que mutó ciencia por espíritu; o de gigantes de la literatura como Dostoievski y Tolstoi. También revela los miedos del temido Gengis Kant, el amor de Abelardo y Eloísa, el combate contra la infamia desde el compromiso de Voltaire, la capacidad de entrega de Kolbe, la sacrificada metamorfosis de Demóstenes y la huida a los Mares del Sur del bróker Gauguin para dedicarse a su pasión.

Sé nadar gracias a que mi padrino, que fue jefe de un campamento de juventudes, me lanzó al agua sin contemplaciones. Todos necesitamos un empujón en nuestras vidas. Estar en paro es una situación lamentable que puede conducir al precipicio emocional, pero también supone una ocasión para volver a mirar en nuestro interior y preguntarnos qué es lo que realmente esperamos de nosotros mismos.

El futuro, una puerta que se abre desde el interior
Vivimos de facto en lo que Eugenio Trías llamó hace unos años la Edad del Espíritu. Vivimos quizás una nueva forma de conciencia. Insisto, las grandes crisis son, también, motivo y ocasión para una transformación, un giro en la conducta y en el destino. No hay que olvidar que el futuro es una puerta que siempre se abre desde el interior.

El libro de Antonio Fornés es recomendable para todos los públicos, porque alcanzada una edad, por ejemplo, la mía, suele ser un mal asunto mantener las fuerzas pero estar desencantado por el peligro de convertimos en monstruos. Las relaciones humanas se descuidan porque nos descuidamos nosotros mismos de nuestra propia existencia. Hay que leer “Reiníciate” de Fornés para aprender a escucharse, sentirse, y utilizar el grandioso tesoro que todos tenemos dentro, la voluntad, como volante con el que conducirnos en la vida haciendo el bien. Porque como dijo Álvaro Pombo al recibir el otro día el Premio Nadal, “el mal ya está hecho”.

La situación en la que nos encontramos es una prueba de que hay que hacer el bien, sobre todo porque no se ha hecho. El bien lo tenemos que sostener y cultivar nosotros mismos, no dejarlo en manos de otros. Quizás se nos ocurren pocas cosas. Pero sólo un par de actos buenos son valiosísimos.

Fornés hubiera podido escribir mil páginas, pero ha condensado en poco más de cien un ramillete de reflexiones para evitar pensamientos desparramados. Ha seguido la idea de buscar la moraleja en las vidas, repletas de anécdotas, de grandes de la historia del pensamiento, la literatura, el arte y la historia como espejos en los que vernos reflejados, siempre con un poso de pensamiento filosófico trascendental. Sorprende descubrir el miedo a los perros que profesaba Gengis Kan porque de niño le mordió uno. Saberlo, te envalentona ante tus propios temores. Un libro deliberadamente abreviado y para todos los públicos que no pierde el calado de las reflexiones que trata. ¡Feliz reinicio! ||
Antonio Fornés.
Antonio Fornés.
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