Antes, los jubilados iban a mirar obras; ahora, van a observar ruinas, en paralelo a su deterioro. Entre ellos, comentan el mal estado de algunos edificios públicos. Llama su atención el comatoso aspecto del Ateneo, céntrico y de propiedad municipal.
Muchos, son ex.albañiles, y se alarman sobre todo por las techumbres de la renegrida uralita, tóxica y prohibida (desde 2002). Cruzan apuestas, sobre cuánto se sostendrá el envigado, que las sustenta, sin mantenimiento.
Recuerdan, que la uralita, contiene amianto y que éste produce: asbestosis y carcinomas broncopulmonares. Algunos positivos, hablan: de palomas, de jóvenes de la discoteca del Ateneo, de la proximidad del Ayto. En suma, que no es para tanto. Sin embargo, si la ilegal uralita ya no se admite en punto verde, hay que almacenarla a parte y su desmontaje exige grandes precauciones, con obreros especializados, - tenemos peligro-, reconocen de mala gana. Y ahí esta el tema: convienen todos, ¿ por qué viejas uralitas en un edificio en ruinas, no son retiradas, a pesar de su riesgo sanitario?
Un aguafiestas, les contesta: Porque no hay dinero. El amo no tiene recursos.
- ¡Ah, no hay dinero para una necesidad de higiene pública…! y sí la hay para el Altaveu que se celebra en los jardines del Ateneo, con riesgo…¿Qué es lo primero…?
Se preguntan, todos enfadados, señalando al Ayto y su finca del Ateneo.
En fin, los desocupados, tienen aficiones raras.||
Si (
No(
