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El Sector inmobiliario

Por Fernando Martín
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h

El sector inmobiliario parece señalar signos de estabilidad, a pesar de que el ajuste supuestamente no ha finalizado. En dicho mercado, miles de propietarios esperan ya desde hace más de seis años poder vender las fincas que habían previsto.

Tras un ajuste lento del precio de la vivienda, la actividad del mercado inmobiliario se ha empezado a recuperar por vía de la inversión extranjera. El sector refleja, además, otros signos de recuperación como el tímido repunte del precio de la vivienda en algunas Comunidades Autónomas o el comienzo de la salida del ingente stock de viviendas de obra nueva. El desembarco de inversores extranjeros se produjo fundamentalmente a raíz de las previsiones realizadas por la banca española, que exigían aumentar la cobertura por la exposición al ladrillo.

Casi todas las series estadísticas reflejan desde 1998 la forma de una burbuja que empieza a deshincharse entre finales de 2007 y comienzos de 2008. No obstante, en 2010, el sector creyó empezar a tocar suelo, debido a las ventajas fiscales aplicadas. Sin embargo, en la actualidad no existen bonificaciones que justifiquen la subida de las ventas.

Algunos analistas atribuyen el aumento de las subidas de precios registradas al incremento de las ventas en la costa gracias a la demanda extranjera. Para que el valor de las viviendas alcance un punto de equilibro, éstas no sólo deben ser asequibles a inversores o compradores extranjeros, sino a los ciudadanos autóctonos. Así, un indicador para determinar si el precio de la vivienda se corresponde con la demanda identifica la relación entre el precio de las casas y la renta disponible de las familias. En ese sentido, considera el mismo razonable si se aproxima a cuatro años de la renta familiar bruta disponible. En la actualidad, a pesar de que la rebaja de precios ha permitido que se destinen menos recursos para la adquisición, dicha relación todavía la sitúa el Banco de España en 5,8 años.

Para que la maquinaria de la venta de viviendas reanude su actividad, el primer factor es la rebaja de precios, la estabilidad en el empleo y, por supuesto, la financiación.
En cuanto a las perspectivas para la ocupación, en principio este año parecen ser mejores que en 2013, aunque todavía muy débiles. Por otra parte, a ello se suman las dificultades para acceder a una financiación, como lo demuestra que la concesión de hipotecas sigue en mínimos.

La reanudación de las compraventas debe impulsar el regreso de la actividad constructora, una vez absorbido el presente stock, dado que el volumen de viviendas de obra nueva sin transmitir es elevado. Para ello y como paso previo, las entidades financieras habrán de dar salida al elevado stock de bienes inmuebles cuya titularidad ostentan. En definitiva, la conjunción de factores esenciales como la reanudación del flujo del crédito y la estabilidad laboral permitirán la recuperación de la actividad del sector inmobiliario, fundamental para la salida de la crisis por su significativa incidencia en el Producto Interior Bruto nacional.||

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