Camiones de carga, máquinas para el asfaltado de la carretera, salidas cortadas y líneas amarillas, muchas líneas amarillas, siguen siendo parte del paisaje del sur de la comarca desde hace meses. Con el verano de retirada, nos plantamos en septiembre con los accesos y la movilidad reducida fundamentalmente por dos obras de importante envergadura. La más reciente se trata de las obras de la autovía de conexión entre la A-2 y la C-32 que se ejecuta en las inmediaciones de Sant Boi. Tal y como hemos explicado en El Llobregat, Fomento reactivo las obras de construcción de dos kilómetros para conectar estas dos infraestructuras y remodelar los enlaces del entorno.
Con una inversión de 48 millones de euros, las obras se ejecutan en tres poblaciones (Sant Boi, Cornellà y El Prat) y recoge –además de los dos kilómetros mencionados y una amplia glorieta para acceder a Sant Boi- seis actuaciones más: en el nudo de Cornellà (en la A-2); en el enlace de Sant Boi Norte (carreterar C-245); en el Sant Boi sur (C-32), en el nudo entre las carreteras C-32 y B-201, que sirve de acceso a Sant Boi por el sur desde la C-32; en un nuevo vial que mejora el acceso del Prat de Llobregat a la C-32 y otro en el enlace con el polígono Mas Blau. Por si no son pocas actuaciones, las características de la zona (se trata de una zona peri-urbana) obligan a desviar y reponer los más de 100 servicios afectados: líneas eléctricas y telefónicas, tuberías de abastecimiento y saneamiento de aguas, canales de riego, tuberías de gas, etc. De momento, se desconoce con exactitud cuando se producirá el fin de estas obras, que llegaron a estar paralizadas y que Fomento recuperó hace apenas cuatro meses.
La otra zona afectada la encontramos en Viladecans, en las obras de acondicionamiento de la zona de Ca n’Alemany, que acogerá el nuevo outlet de la ciudad del litoral. Las primeras obras se iniciaron en marzo de 2013, con una salida provisional de acceso a Viladecans, en concreto, a la calle de Antonio Machado. El motivo, la construcción de un viaducto entre la calle Agricultura y la autopista que obligaría a cortar la salida 52 de la C-32.
Durante trece meses, las obras han cohabitado con esta frecuentada vía del litoral. Fuentes municipales informan que la construcción de este viaducto, de 180 metros y diseñado por el despacho de ingenieros de Manuel Raventós, “era imprescindible para la urbanización del futuro sector económico de Ca’ n’Alemany”, donde se instalará el nuevo centro logístico de distribución para Europa, la sede mundial de comercio electrónico de la empresa Desigual, así como el outlet de Neinver. De momento, las obras continúan aunque ya se han producido las pruebas de robustez del viaducto. De hecho, se prevé la apertura de esta salida antes del 15 de septiembre. Aún así, esto solo supone la primera fase de urbanización de toda la zona que concluirá, según las expectativas, en 2017.
29 de agosto de 2014||
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