Muchas escuelas profesionales hacen uso de esta tecnología para ofrecer aprendizajes más precisos, haciendo la enseñanza no solo más interesante sino más real.
La gamificación ha transformado la manera en que se imparten conocimientos en las escuelas profesionales. Al incorporar elementos típicos de los juegos, como recompensas, niveles y retos, en contextos educativos, se estimula la participación activa del alumnado y se refuerzan competencias clave como la resolución de problemas, el pensamiento estratégico y la toma de decisiones. Esta metodología resulta especialmente efectiva en la formación técnica, donde el aprendizaje práctico es esencial y los entornos simulados permiten una experiencia más cercana a la realidad laboral.
Curiosamente, este enfoque no solo ha revolucionado la educación, sino también sectores como el entretenimiento digital. Por ejemplo, los casinos con dinero real en la actualidad han adoptado mecánicas similares para atraer y retener a los usuarios, integrando misiones, torneos y sistemas de recompensas que aumentan la interacción. Esta convergencia entre aprendizaje y entretenimiento muestra cómo la gamificación se ha consolidado como una herramienta poderosa para mejorar tanto la experiencia del usuario como los resultados obtenidos.
A través de la realidad virtual, es posible crear entornos digitales en los que los estudiantes pueden interactuar como si se encontrasen realmente dentro de ellos. Así se transforma por completo el paradigma de la educación tradicional, basada en libros y pizarras.
Las escuelas profesionales pueden hacer uso de la realidad virtual para hacer simulaciones inmersivas. Esto permite crear un entorno que se asemeja al entorno real de trabajo. Las profesiones en las que es necesario practicar con equipos reales se benefician enormemente de esto. Tanto los profesores como los estudiantes pueden evitar usar equipos costosos o peligrosos y aun así aprender todo lo necesario.
Algunas de las ramas de formación profesional que más se benefician de esta tecnología son las sanitarias, técnicas e industriales. Un estudiante de medicina puede practicar cirugías sin complicaciones médicas. Un soldador puede practicar con equipos de trabajo virtuales, sin necesidad de tener que invertir cientos o miles de euros en equipo especializado.
Aunque en las películas españolas graciosas se pueden llegar a mofar de este tipo de tecnología (y cómo afecta a sus usuarios), o los resultados que puede dar en algunos casos, lo cierto ese que es una herramienta de aprendizaje de lo más útil.
Indudablemente, la realidad virtual es una tecnología que ha llegado para quedarse. Las aulas no son más que una muestra de lo que se puede hacer con ella, y todas las posibilidades que ofrece. Tanto es así que los centros educativos especializados consiguen sacarle muchas ventajas para sus alumnos.
A continuación, mostramos algunas de las aplicaciones en la RV para los principales sectores en los que se está aprovechando.
Sector profesional |
Aplicación de realidad virtual |
Ventajas principales |
Sanidad |
Simulación de operaciones, reanimación, atención a pacientes. |
Seguridad, práctica repetitiva, inmersión. |
Construcción |
Entrenamiento en maquinaria pesada, trabajos en altura. |
Reducción de riesgos, realismo, ahorro en equipamiento. |
Automoción |
Montaje y reparación de motores virtuales. |
Interacción práctica, análisis de fallos. |
Educación artística |
Creación de esculturas o pintura en 3D. |
Libertad creativa, herramientas digitales innovadoras. |
Aeronáutica |
Simuladores de vuelo. |
Entrenamiento preciso, reacción ante emergencias. |
A esta interesante colección de sectores se le pueden sumar muchos otros, como la hostelería o el turismo, entre otros.
Lo cierto es que las posibilidades que ofrece la realidad virtual son infinitas, así como los entornos y los escenarios que se pueden crear en ella. Así, los estudiantes pueden estar preparados para todo tipo de situaciones complicadas, aprendiendo cosas que hasta ahora era impensable fuera de un entorno real en un puesto de trabajo.
Gracias a estas prácticas “reales” que llevan a cabo en mundos virtuales, los estudiantes salen más preparados que nunca de su formación para afrontar el trabajo en el mundo real.
La manera en la que se usa la realidad virtual en estas escuelas profesionales realmente no es distinta a cómo las personas pueden jugar con ella a videojuegos o hacer otras tareas. Generalmente, los alumnos usan visores y controles adaptados para sumergirse en las experiencias interactivas. De esta manera replican los escenarios reales de su futura profesión y pueden poner en práctica lo que van aprendiendo.
Las experiencias inmersivas están diseñadas para:
Hay todo tipo de ejemplos en los que se puede ver cómo el alumno aprovecha esta tecnología en su formación. Por ejemplo, en el caso de un estudiante de electricidad. El alumno puede llevar a cabo una instalación completa y detectar los fallos del proceso sin ningún riesgo de electrocución ni la posibilidad de estropear equipo real.
Estas experiencias se combinan muchas veces con entornos reales. De esta manera no solo se consigue que los estudiantes puedan practicar sin riesgos, sino también dotar a los alumnos de todo aquello que deben tener en cuenta. En ocasiones no se elimina completamente el miedo al error, para que puedan estar atentos y no tomarse a la ligera algunas situaciones que pueden ser riesgosas en el entorno laboral.
Fuente: Freepik
Uno de los principales motivos por los que cada vez más instituciones están apostando por la realidad virtual es el incremento en la efectividad del aprendizaje. Según un estudio del Institute for Creative Technologies, los alumnos que aprenden con herramientas de realidad virtual retienen hasta un 80 % más de la información en comparación con los métodos tradicionales.
Entre los beneficios más destacados encontramos:
Estos beneficios tienen un gran peso en la forma de estudiar. Millones de alumnos pueden disfrutar de estas cualidades de la realidad virtual para impulsar sus conocimientos. Toda una generación de alumnos igual o más preparados que profesionales que ya cuentan con experiencia en estos ámbitos.
Combinando los estudios con realidad virtual con la experiencia real en el campo de trabajo, estos alumnos pueden tener un impacto enorme en sus respectivos sectores. Así, los estudiantes podrían dejar de considerarse “junior” incluso cuando salen por las puertas de sus universidades o institutos. Preparados en todo momento para los obstáculos que se puedan encontrar, y con formación real.