El aumento imparable de la actividad en el aeropuerto de Barcelona-El Prat está trayendo consigo de forma pareja un incremento de las quejas de los millones de pasajeros que utilizan sus terminales. Según un análisis exhaustivo realizado por Reclamio.com, una empresa especializada en gestionar reclamaciones de pasajeros aéreos (que opera a nivel internacional en seis países de Europa y ha recuperado más de 37 millones de euros en indemnizaciones de más de 150.000 viajeros), las instalaciones pratenses son las segundas más transitadas de España, pero también las segundas de Europa que acumulan más reclamaciones, solo por detrás de las del aeropuerto madrileño de Barajas.
El informe de Reclamio revela que en los últimos cuatro años, el aeropuerto de Barcelona-El Prat, acumula el 9% de las quejas recogidas por la compañía, una cifra solo superado por el 15% que ostenta Madrid-Barajas. En el caso concreto de las pérdidas de equipaje, El Prat mantiene esa triste segunda posición del ranking (con el 13,2 % de las reclamaciones) de nuevo detrás de Madrid (26,5%). En la clasifricación están por detrás de los dos aero`puertos españoles, el francés de París-Orly (4,7 %), el de Lisboa Humberto Delgado (3,5 %) y el de Palma de Mallorca (3,4 %).
La puntualidad sigue siendo otro de los puntos débiles del aeropuerto barcelonés, pues presenta una tasa relativamente baja, del 74,6 %, lo que lo coloca en el puesto 29 de Europa. En contraste, aeropuertos como Tenerife Norte, Bilbao y Sevilla se encuentran entre los más puntuales del continente (entre el 81 % y 80 %) de vuelos operados en hora y registran muchas menos quejas: entre un 2 % y 3 % del total.
Pero hay más datos negativos en el historial de El Prat. Según un informe de Flightright, durante el verano de 2024 y el primer semestre de 2025, Barcelona-El Prat se ha situado a la cabeza de los aeropuertos españoles en número de cancelaciones (342 vuelos cancelados en la primera mitad de 2025), mientras que Madrid-Barajas le quita el primer puesto en cantidad de retrasos (27.683 vuelos retrasados) frente a 20.994 de El Prat
La de Fightright no es la única lista aeronáutica en la que no deja en buen lugar al aeropuerto de Barcelona-El Prat. Según el Ranking AirHelp Score 2025 -que mide el nivel de satisfacción de los aeródromos europeas en base a tres parámetros (puntualidad de los vuelos, calidad del servicio y respuesta del pasajero)- El Prat ocupan el puesto 127 a nivel internacional, justo por detrás del pequeño aeródromo de Alicante-Elche (puesto 126). El Aeropuerto de Bilbao es el primero español de la clasificación y también el segundo mejor de Europa.
Las cifras de quejas no enturbien los buenos números de operatividad y tráfico de aviones y pasajeros del aeropuerto pratense. Sin ir más lejos, el año pasado las terminales fueron utilizadas por 55 millones de pasajeros, marcando un nuevo récord histórico. La operatividad desatada ha servido como acicate para reavivar los planes de ampliación —que incluyen una tercera pista (que afectaría parcialmente a la laguna de la Ricarda) y una nueva terminal satélite- con una inversión prevista de 1.700 millones de euros.
En resumidas cuentas, la gestión del aeropuerto de Barcelona tiene claroscuros. Mientras no deja de crecer en número de operaciones aéreas y pasajeros, las terminales pratenses se consolidan como una de los más problemáticos de Europa desde el punto de vista de reclamaciones, especialmente por incidencias como retrasos, cancelaciones y pérdida de equipajes. Su bajo índice de puntualidad combinad con su elevada actividad operativa están directamente vinculadas con esa realidad, según los expertos del sector.
Al mismo tiempo, el contraste con los resultados de aeropuertos más eficientes (como Bilbao o Tenerife Norte) y su posición en rankings como el AirHelp Score ponen de manifiesto la necesidad de mejoras operativas y estructurales en el aeropuerto de la capital catalana. La presión del crecimiento de pasajeros y los planes de expansión harán que estas cuestiones sigan siendo clave en revertir la tendencia negativa en la atención y satisfacción del pasajero.