Las puertas de las escuelas de L’Hospitalet han vuelto a abrirse este lunes para 29.865 niños de entre 3 y 16 años, que inician el curso 2025-2026 con la mochila cargada de estrenos en una inefable vuelta a las rutinas escolares. El alcalde de la segunda ciudad de Cataluña, David Quirós, no ha querido perderse la jornada y ha visitado a primera hora de la mañana la Escola Ramon Muntaner, donde el olor a pintura fresca recordaba las obras de mejora que se han realizado durante este verano, aprovechando el parón vacacional.
“Arrancamos el curso con normalidad y con la vista puesta en reforzar la calidad educativa”, ha señalado Quirós, quien ha anunciado la firma inminente de un convenio con la Conselleria d'Educació de la Generalitat para implantar un modelo de cogobernanza que mejore la coordinación entre ambas instituciones.
Entre las principales novedades figura la reducción de la ratio en las aulas de I3 a 20 alumnos. En cinco centros de la ciudad —las cuatro escuelas públicas de La Florida y la Escola Josep Janés, en Sant Josep— la ratio oficial se mantiene en 24, pero con un refuerzo extra de profesorado. Eso permitirá a cada colegio decidir si apuesta por dos docentes por aula o por desdoblar los grupos, de manera que en la práctica el número de niños por clase se sitúe por debajo de los 20. La medida busca absorber con flexibilidad el aumento de la llamada matrícula viva, es decir, las incorporaciones de estudiantes a lo largo del curso.
El inicio de curso deja también cifras llamativas: 1.072 solicitudes fuera de plazo (el 31 de agosto), en general de familias extranjeras recién llegadas a la ciudad,se han tramitado como matrícula viva, unas 300 menos que el año pasado. Y en primero de ESO entran este año 2.406 estudiantes, un dato que confirma la estabilidad en la etapa secundaria.
El verano también ha servido para poner a punto las instalaciones educativas. El Ayuntamiento ha invertido cerca de 400.000 euros en trabajos de mejora y mantenimiento en cuatro centros: el Centre d’Educació Especial Estel Can Bori, el Institut Escola Gornal, la Escola Ramon Muntaner y la Escola Frederic Mistral. Se han reparado y pintado paredes, puertas y barandillas, se han renovado revestimientos interiores y, en el caso de la Escola Frederic Mistral, incluso se ha actuado en el techo del comedor.
Además, se ha trabajado en el pati de la Escola Provençana para solucionar filtraciones de agua que afectaban al aparcamiento, se han renovado bajantes en la Escola La Marina y se han sustituido puntos de luz en tres centros: Provençana, Joan Maragall y Frederic Mistral. También se ha podado el arbolado de varios recintos escolares. Paralelamente, la Generalitat ha llevado a cabo obras en las escuelas Patufet Sant Jordi, Ernest Lluch y Màrius Torres, algunas de las cuales continuarán a lo largo de septiembre.
Este curso también trae nuevos grupos de primaria para responder a la demanda de matrícula viva: uno de 5.º en la Escola Sant Josep-El Pi y otro de 6.º en la Escola Busquets i Punset. En secundaria, se abre un nuevo grupo de 4.º de ESO en el Institut Torras i Bages, mientras que el grupo extraordinario que había en el Institut Santa Eulàlia pasa al Bisbe Berenguer.
En el ámbito de la inclusión, L’Hospitalet estrena cuatro aulas SIEI+ para alumnado con discapacidad grave en los colegios Patufet Sant Jordi, Pau Casals, Ernest Lluch y Paco Candel, además de siete aulas de acogida adicionales, con lo que el número total asciende a 64 en toda la ciudad. A mayor escala, continúan dos proyectos estratégicos: la ampliación del Institut Escola Pere Lliscart y la construcción del nuevo edificio de la Escola Paco Candel, que está previsto que abra sus puertas en septiembre de 2026.
Con las mochilas recién estrenadas, los patios llenos de reencuentros y la presencia del alcalde para dar el pistoletazo de salida, L’Hospitalet ha iniciado con los ánimos bien arriba un curso escolar con más alumnos, más recursos y más infraestructuras, con la vista puesta en consolidar un modelo educativo de mayor calidad y equidad.