Ballesté puso en valor el peso tecnológico del eje L’Hospitalet–Baix Llobregat y reclamó “ayudas ágiles” para la implantación tecnológica en la pyme (IA, ciberseguridad, automatización), así como infraestructuras y bancos de pruebas sectoriales vinculados a los clusters AeroS y AEMES Smart. “Tenemos industria, talento y grandes acontecimientos, todo en un radio de pocos kilómetros. Ahora hay que hacerlo jugar a favor de las pymes”, subrayó.
AEBALL enmarcó su petición en tres hechos: el ecosistema tecnológico del territorio (con L’Hospitalet como 4ª ciudad catalana por número de empresas TIC, y Castelldefels y Cornellà en el top-15), la tracción de los grandes congresos —109.000 asistentes al MWC 2025 y 85.351 visitantes únicos al ISE 2025— y la presencia de infraestructuras e i+D de primer nivel (centros de datos, ICFO, CTTC, campus UPC, PMT, ESA BIC Barcelona, CTTI).
La patronal trasladó tres demandas concretas a la Generalitat:
“El territorio tiene los ingredientes y el escenario: empresas tecnológicas, pymes industriales, centros de investigación y los dos grandes salones tecnológicos del país. Con los instrumentos adecuados, el impacto en ocupación y competitividad será inmediato”, concluyó Ballesté.
Maria Galindo defendió que el sector digital es generador de riqueza y que la digitalización debe enfocarse a empresa y políticas de trabajo, “con colaboración público-privada y enfoque territorial”. Confirmó que la prioridad son las pymes: “Nuestro objetivo es ayudarlas a no perder competitividad y a ampliar su estrategia empresarial”.
Ante la escasez de perfiles, Galindo apostó por formación muy específica ligada a la demanda, programas conjuntos con centros formativos y estrategias de retención: “El talento se queda donde los proyectos son atractivos; hay que tener una visión estratégica de país”. Y lanzó un mensaje de ambición: “Es el momento de pensar en grande. Cataluña tiene una oportunidad increíble para ser líder en Europa e internacionalmente”.
El FEm Llobregat anunciará próximamente nuevos Desayunos en su sede del Hotel Porta Fira, con personalidades de la economía, la empresa y la política, para compartir proyectos, resolver dudas y potenciar la cooperación y el ‘networking’ empresarial.