Viladecans

Fin al infierno del casino 'okupa': Albarrosa recupera la paz tras el esperado desalojo policial

Xavier Adell | Jueves 19 de junio de 2025
Una intervención policial con mandato judicial ha puesto fin este jueves a mediodía a dos años de miedo, violencia y degradación en el emblemático Casino del barrio de Albarrosa, en Viladecans, mientras los vecinos aplauden con alivio la llegada de un nuevo futuro para la zona. Las primeras celebraciones de la liberación se esperan para esta misma verbena de Sant Joan.

El sonido de los petardos de Sant Joan este año no competirá con gritos, peleas ni sirenas de la policía. Por primera vez en dos años, los vecinos de Albarrosa, en Viladecans, podrán celebrar la verbena con tranquilidad y sin temor a los continuos conflictos que generaban los okupas del antiguo Casino del barrio. El desvencijado edificio, convertido en un símbolo de decadencia tras años de ocupación conflictiva, ha sido finalmente desalojado este jueves a mediodía por orden judicial en una operación conjunta de los Mossos d’Esquadra y la Policía Local. La marcha de los okupas dejando tras de sí un barrio aliviado y esperanzado que espera recuperar el viejo establecimiento como un equipamiento con unos usos más cívicos y más sociales.

Aproximadamente hacia las 12 del mediodía de este jueves, varios furgones policiales han irrumpido en la avenida donde se alza el antiguo Casino de Albarrosa, un edificio que fue centro social y emblema de la vida comunitaria en los años 50 y 60. En los últimos años, sin embargo, se había convertido en un foco de incivismo, violencia y temor para los residentes del entorno porque el inmueble, propiedad de la Sareb, era un nido de okupas muy incívicos.

En el momento de la intervención policial, solo se encontraban en el interior del inmueble dos okupas que no oposieron resistencia. El desalojo transcurrió sin incidentes, pero con una fuerte carga simbólica: ya que suponía el desenlace, el punto y final de una larga batalla vecinal que también ha servido como arma arrojadiza en la política municipal y parlamentaria. Detrás quedan un reguero constante de denuncias, asambleas públicas, promesas políticas y un sentimiento común de abandono en el vecindario que, poco a poco, ha dado paso a una aplastante victoria cívica. "Por fin", ha exclamado una vecina con lágrimas en los ojos. "Después de tantos sustos, de no poder dormir, de tener miedo por nuestros hijos... ahora sí podremos tener una verbena en paz", ha respirado tranquila.

Dos años de lucha vecinal

La historia reciente del Casino de Albarrosa es una mezcla de abandono institucional y tenacidad vecinal. Propiedad de la Sareb (el "banco malo"), el edificio fue tomado ha unos años por grupos okupas que, según denuncias vecinales, protagonizaban constantemente altercados y robos a los vecinos, acompañados de amenazas. En julio de 2023, más de un centenar de vecinos se congregaron en una asamblea para exigir una solución definitiva. La presión surtió efecto: se activó un protocolo específico por violencia de género y tanto el Ayuntamiento de Viladecans como la Sareb comenzaron a trabajar en el desalojo del inmueble amparados por la justicia.

No ha sido un camino fácil. La lentitud judicial, el deterioro progresivo del inmueble y la necesidad de cumplir con todos los trámites legales han alargado la espera. Fuentes municipales han explicado que "desde el principio de la ocupación, la Policía Local ha ido actuando dentro de la Ley, tramitando expedientes y denuncias para que el caso se cerrara cuanto antes. La Justicia tiene sus tiempos y deben respetarse, pero por fin ha llegado el día del esperado desalojo", un desalojo judicial que ha venido acompañado de chalecos antibalas, patrullas y una brigada municipal de diez operarios que ha procedido a tapiar con celeridad el recinto para evitar nuevas intrusiones.

Rumores de futuro y vigilancia permanente

La Sareb, a través de un representante que ha estado presente en el operativo, ha comunicado a algunos vecinos que el edificio ya ha sido vendido y que está previsto instalar en su lugar un nuevo equipamiento. Algunos rumores apuntan a un geriátrico o una residencia para personas mayores, aunque aún no hay confirmación oficial. Lo que sí es seguro es que, a partir de ahora, una empresa de vigilancia privada hará guardia en el viejo Casino, siempre en contacto con la Policía Local, para evitar una nueva reokupación.

También es posible que el edificio, convertido en ruina tras años de pillaje, tenga sus días contados. El Ayuntamiento de Viladecans no descarta un derribo en las próximas semana debido a su lamentable estado de conservación, que incluso podría comportar riesgos, según han apuntado fuentes próximas al caso.

Adiós al símbolo de la decadencia

El Casino de Albarrosa fue, en otro tiempo, un espacio de encuentro, cultura y celebración. El paso del tiempo y la dejadez generalizada lo convirtieron en todo lo contrario: el epicentro del miedo vecinal. Hoy, el barrio celebra una especie de liberación y respira aliviado.

"Estamos muy satisfechos. Se ha trabajado mucho desde el consistorio, desde la Policía Local y también con la Sareb", han confirmado fuentes municipales. "Es una buena noticia para todo Viladecans, y una muestra de que el trabajo coordinado y la perseverancia ciudadana dan frutos", según el mismo portavoz.

Y mientras las luces de colores para iluminar la noche de la próxima verbena y las guirnaldas empiezan a adornar los balcones y asomarse por los patios de muchas casas del barrio, en Albarrosa se respira un aire nuevo, más fresco. Esta vez, por fin, libre de temores y lleno de optimismo.

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