Hay una serie de factores que influyen mucho en la conducción: el estado de las carreteras, la densidad de tráfico, el clima y las condiciones meteorológicas, así como la geografía y el terreno, con elementos del mismo muy a tener en cuenta como rocas, desniveles o irregularidades.
El impacto de estos condicionantes se refleja a múltiples niveles, en la seguridad vial, la comodidad en el manejo (sin olvidar a los pasajeros) y, por supuesto, en el estado técnico del vehículo.
Además, en zonas como el Baix Llobregat que reúnen vías urbanas y carreteras rurales los desafíos aumentan, por la necesidad de estar preparados para la conducción en ambos entornos tan distintos.
Los conductores sabemos que desplazarse en vehículo por la ciudad implica exponerse al tráfico, a las congestiones provocadas por los semáforos y a unos lógicos límites de velocidad.
Pero además de todo ello, aunque pueda pasar desapercibido, hay un evidente desgate para el vehículo por las vibraciones, los impactos en la suspensión o los efectos que provoca circular por áreas residenciales con resaltos para limitar la velocidad.
Es cierto que la conducción por áreas rurales resulta todavía más exigente, por los baches, grietas, obstáculos, irregularidades del terreno y presencia en el mismo de elementos como piedras, ramas, etc.
La tabla anterior muestra los diferentes tipos de carreteras que encuentran los conductores y destaca los principales problemas y su impacto en el vehículo y la comodidad de conducción.
Los principales desafíos de las vías urbanas son la presencia de zonas peatonales y aceras, semáforos y límites de velocidad estrictos. Esto provoca frenadas frecuentes, vibraciones debido a superficies irregulares y una mayor carga en la suspensión. Los problemas de las vías rurales e interurbanas son los baches, las grietas y la conducción a altas velocidades. Esto provoca una tensión significativa en los amortiguadores, aumenta el desgaste de la suspensión y crea el riesgo de perder el control del vehículo.
Así, se dificulta el control del vehículo al tiempo que aumenta el castigo mecánico, con sistemas particularmente comprometidos como el de la suspensión. De ahí, la importancia de contar con unos buenos amortiguadores conservados en óptimo estado, con el foco puesto en la estabilidad y el control, amenazados con los baches y las maniobras bruscas.
La fuente experta Recambios Coche destaca amortiguadores de las marcas KONI, BILSTEIN, RIDEX y otras por su alta fiabilidad, así como por su polivalencia a la hora de adaptarse a distintos entornos de conducción.
El estado de preservación de las infraestructuras viarias en España invita a extremar las precauciones, cuidando aspectos como el estado de los componentes claves del vehículo que determinan la seguridad al volante.
Según un informe de Asociación Española de la Carretera (AEC), en 2025 más del 52% de la red de carreteras en España está en estado crítico, con 34.000 km que requieren reparación urgente en menos de un año, y 20.407 km que necesitan intervención en un plazo de 4 años. Unos datos bastante alarmantes teniendo en cuenta que el conjunto de la red viaria totaliza 101.700 km, de ahí que, siempre según la fuente citada, se esté experimentando el mayor deterioro en 40 años.
Esas deficiencias en las infraestructuras se traducen en mayor riesgo de accidentes, pero también suponen un peaje económico para los conductores, que gastan hasta un 12% más en combustible, lo que asimismo tiene sus repercusiones medioambientales.
Ante esta realidad, en aras de cuidar la seguridad y el confort conviene no escatimar a la hora de hacer los recambios oportunos en los coches, así como realizar puntualmente las revisiones para evaluar el estado de componentes críticos, en particular si se circula por zonas que plantean bastantes exigencias por la confluencia de entornos urbanos y rurales, como es el caso del Baix Llobregat.