Lluis Mª Estruch

Nueva era triunfal

Lluis M Estruch | Viernes 06 de octubre de 2023
En Suiza, Francia y muchos otros países solventes europeos, cuando se proyecta y decide una infraestructura; todos los gobiernos y niveles técnicos y funcionariales concernidos: mantienen la continuidad de la obra pública que deba ejecutarse.

En España , incluso en dos de sus zonas más desarrolladas, no ocurre eso, sino que suelen ser frecuentes las discusiones que lentifican e incluso interrumpen obras de gran presupuesto y repercusión para la ciudadanía.

Uno de los últimos ejemplos es el proyecto casi imposible ya de la ampliación y mejoría del Aeropuerto de El Prat a través del diseño de expertos aeronáuticos de la más alta cualificación para conseguir los vuelos transoceánicos (Asia) de manera segura. La intención de AENA y su presupuesto con visado ministerial, es ya más una idea que una posible realidad. Unos evocan el buñuelo de viento del “Eurovegas”; otros, hablan del aeropuerto de Reus por lo (Reus-París-Londres)) y del aeropuerto de Girona. Otro gran asunto olvidado a ratos es el corredor mediterráneo de transporte de mercancías, con polémicas y “lobbys” regionales que pelean entre sí y desacuerdan los escasos logros de una obra beneficiosa para todos.

Muchos recordarán la autovía de Leizarán (43 km) con atentados, corrupción, y cuatro asesinatos; durante su costosa construcción hubo cambios de trazado pactados, que la hacen peligrosa aún hoy. Ahora tal vez nos ocurra con el gravoso proyecto de la “Y” vasca para enlazar con AVE las tres capitales vascas, a través de montañas.

En Cataluña hay oposición al desarrollo de las renovables tanto a la solar, como a la eólica a pesar de las alarmas solo se genera un 15% ,en España un 43%, según expertos debe corregirse el déficit, porque estamos a la cola. Aún así el Govern mantiene su oposición a la línea MAR de renovables del Aragón.

Quisiera acabar comentando los 30 años de retraso de las obras de la B-25 y sus conexiones C-245, C-32 y A-2, también con la BV-2002. Muchas siglas para denominar el antiguo Camino Real de Valencia, que afecta a Gavá, Viladecans y Sant Boi en especial.

Desde 1994 hasta hoy y no están acabadas. Con cambios de ministros, de Gobiernos , de empresas, de nuevas normas UE, con quiebras y varias licitaciones. Y con todas las maldiciones de los dioses, muy irritados por las horribles columnas “griegas” de hormigón, ya derrocadas. Dos generaciones de pacientes ciudadanos de la periferia, condenados a accidentes, retrasos y malgastos por los embotellamientos. Sufriendo en la maldita rotonda de la Parellada, accidentes de coche. Un autentico “punto negro” sobre el que se ha pedido en Plenos diversos, discreción sobre el número de accidentes de tráfico. Las columnas buscaban un desvío aéreo hacia Sant Vicens, ahora técnicos y políticos han convenido que será subterráneo en una zona manifiestamente inundable, según los geólogos y como recuerdan muchos.

De ocurrir lluvias torrenciales o desbordes del Llobregat, se suponen medidas de achique.

Permanezcamos alertas porque los tramos acabados de la C-245 ya generan molestias para muchos usuarios por las medidas de los carriles.

Lo importante es que hay dinero para las obras y un calendario aproximado para su terminación, aunque mejor esperar y ver, dadas las numerosas interrupciones del “proyecto de las dos generaciones”. Fijados en este punto, tenemos debajo el puente del AVE en Sant Boi una inútil central depuradora de Salmueras y la aún más inútil “Balsa de riego” detrás de la Oficina del Canal Dreta, hechas con fondos Feder, por el tripartito con motivo de la sequía del 2008. También se encargó a Agbar una gran tubería para desviar agua del Segre. Llovió y las tuberías yacen sin uso por la zona del Cadí. Hubo dos barcos con agua potable, sin gran provecho y mucho teatro.

También una consultoría “oportunista”, sugirió hacerlo con agua del Ródano, o sea comprar agua a Francia. Tras aquella sequía afrontamos la presente sin desarrollar lo proyectado en la primera. Uno recuerda a su abuelo cuando me recordaba a Lerroux que ofrecía puentes y acueductos a sus posibles electores. O pozos, o carreteras. III

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