El Llobregat

Olga Morales: “Los jóvenes han de poder desarrollar su vida personal y profesional en Viladecans”

MOLT A DIR

Xavier Adell | Sábado 07 de junio de 2025
Tiene en los ojos ese brillo que solo es perceptible en los recién llegados, en los que se ilusionan por todo lo que descubren y todo lo que imaginan, envueltos en ese sutil pero penetrante aroma a proyecto nuevo. Olga Morales Segura (Barcelona, 1968) se ha convertido desde el 10 de octubre del año pasado, casi sin pretenderlo, en la primera alcaldesa de Viladecans. Medio año después de su nombramiento, recibe con una sonrisa de confianza a ‘El Llobregat’, abriéndole de par en par las puertas de su despacho y de sus convicciones políticas, transmitiendo esa calma que a veces se añora en la gestión pública pero que no está exenta de capacidad de decisión ni de liderazgo. Tiene por delante dos años para dejarse ver, para adaptarse y hacer suyo el trono vacío de Carles Ruiz y ser reelegida como primera edil por méritos propios. Tesón y proximidad no le faltan.

Olga Morales es psicóloga y tiene cuatro postgrados (Participación y Desarrollo Sostenible, Socialdemocracia y Políticas Públicas, Comunicación y Liderazgo Político y e-Leadership & Digital Management Empresarial e Institucional). Habla francés e inglés y vive en el barrio de la Torre-roja. Con los números en la mano tiene poca experiencia política, pues debutó en el consistorio como teniente de alcalde del ámbito de Sostenibilitat Social i Serveis a la Ciutadania des de junio de 2023, pero lo compensa con quince años de experiencia como técnica municipal de d’Agermanaments, Solidaritat i Cooperació Internacional del Ayuntamiento de Viladecans. Militante del PSC desde los años 90, es una apasionada de los deportes y de la cultura, en especial de la música y el teatro. El poco tiempo que seguro le deja el desempeño de sus funcionen le gusta compartirlo con la familia y los amigos.

Eres alcaldesa de Viladecans casi por sorpresa, de un día para otro…
Cuando Salvador Illa llamó a Carles Ruiz para que presidiera Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) no quedaba otra que activar el relevo. Me sentí muy halagada de ser yo la escogida por el partido y por mis compañeros. Me lo he tomado con mucha ilusión y muchas ganas.

¿Cómo han sido los primeros pasos?
De las primeras cosas que hice fue salir para hablar con todos los vecinos para conocer de primera mano cuáles eran las necesidades, qué les parecía que faltaba. En definitiva, qué necesitaba la ciudad.

Más de seis meses ya al frente de la alcaldía. ¿Ha sido como esperaba?
Sí. Ha sido como me esperaba. Es una responsabilidad. Además, con el peso de que ser la primera mujer alcaldesa de Viladecans. He ejercido como teniente de alcalde de Sostenibilidad Social i Serveis a la Ciutadania y llevo mucho tiempo trabajando en el Ayuntamiento. Sabía perfectamente lo que era.

¿Por qué supone un peso mayor ser alcaldesa?
Ser la primera en algo también conlleva el peso de la responsabilidad y genera más opinión y una mayor evaluación de la ciudadanía. Hasta ahora, me habían precedido hombres y los liderazgos femeninos son diferentes.

¿En qué sentido son diferentes?
El liderazgo femenino es más próximo, más cercano. También hay una cierta sensibilidad hacia los temas más sociales.

¿Se notará entonces la diferencia con su antecesor, un histórico como Carles Ruiz, que llevaba 19 años como alcalde?
Sí. Carles Ruiz era (y es) muy conocido y reconocido en la ciudad y también había tenido cargos de importancia en el PSC y en otras instituciones. Eso es algo que te marca un poco. Sí que compartimos el proyecto de ciudad, pero yo tengo mi propia identidad, mi propia impronta.

En su acción como alcaldesa, ¿habrá continuidad con las políticas de Ruiz?
Tenemos un compromiso con la ciudadanía desde las elecciones del 2023 que se va a mantener intacto. Pero estoy haciendo hincapié en algunos ejes, como la proximidad, la mejora de los servicios y, sobre todo, en continuar generando oportunidades en la ciudad.

Su antecesor ha dejado el listón muy alto…
Sí, muy alto. Pero continuamos avanzando. Estamos en un buen momento y con un buen posicionamiento en aspectos como la movilidad: paran todos los trenes, hay más frecuencia de autobuses y se abrió el vial de cornisa que descongestiona el centro de la ciudad. Pero hay que seguir. Porque necesitamos más, que llegue algún otro medio de transporte.

¡Eso es el metro del Delta!
Sí. Seguiremos presionando a las instituciones supramunicipales para que sea una realidad. Es imprescindible dotarnos de una línea que conecte Castelldefels con el Delta del Llobregat y con Barcelona. No importa si la gestiona Rodalies o FGC.

El proyecto se desencalló con la llegada de Raquel Sánchez, exalcaldesa de Gavà, al Ministerio de Transportes. ¿No se ha avanzado nada desde que fue cesada?
Se sigue trabajando, pero no tenemos una propuesta concreta sobre la mesa.

Uno de los apartados en los que más ha mejorado la ciudad en las últimas décadas ha sido la educación.
Sí, tenemos una misión como ciudad que es mantener el abandono escolar cero y conseguir que todos los nacidos después de 2015 tengan estudios postobligatorios. Esto es una tarea constante. No es una foto fija de empezamos ahora y acabamos ahora. Continuaremos mejorando.

¿En qué dirección?
Cuando logremos este objetivo nos platearemos otro. La educación es la base de todo. Queremos seguir apostando por ella, por la atracción de talento y de empresas que generen un valor añadido y que ofrezcan puestos de trabajo de valor. En definitiva, que los jóvenes y los no tan jóvenes puedan desarrollar su vida personal y profesional en Viladecans.

Aeros (la organización que agrupa el ecosistema aeronáutico y del espacio de Cataluña) acaba de instalarse en el Viladecans Bussiness Park ¿Esto desempolva la posibilidad de reimpulsar el aparcado proyecto del parque aeroespacial?
Ya tenemos aquí la sede de Vueling y ahora la de Aeros. El aeroespacial es un sector importante y estratégico para nosotros y este protagonismo puede atraer a más empresas.

¿Viladecans va a seguir impulsando el hub agroalimentario del Parc Agrari que planteó Carles Ruiz? ¿Se va a poder seguir realizando una cierta actividad industrial vinculada a la agricultura o la ampliación de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) lo descarta?
Los tres municipios con más territorio en el Parc agrari -Sant Boi (800 hectáreas), Viladecans (500 ha) y Gavà (500 ha)- estamos trabajando juntos y de forma coordinada con la Generalitat, con el Instituto Agrícola Sant Isidre, con las cooperativas, con la Diputación de Barcelona y con todas las administraciones que tienen intereses en la zona para que funcione. Somos la huerta del sur de Barcelona por lo tanto necesitamos que haya inversiones para que mejore la productividad en el campo. Además, ocho de las diez empresas agroalimentarios del Parc Agrari están en Viladecans.

Dejando fuera de la ecuación a El Prat, que defiende la ampliación unilateral de las zonas ZEPA aprobada por el anterior Govern de la Generalitat, pese a tener al Parlament en contra…
El Prat forma parte del Parc Agrícola pero tiene mucho menos territorio que los otros tres municipios. Los usos agrícolas tienen que convivir con los espacios naturales, pero no podemos olvidar que la agricultura del Delta es un sector económico importante para toda Barcelona. Tiene su lógica que (Viladecans, Gavà y Sant Boi) tengamos mucho mayor peso en la decisión quienes, como Viladecans, Gavà y Sant Boi, defendemos la productividad del campo.

Pero la ampliación de las ZEPA es un freno clarísimo al desarrollo del hub agrolimentario.
Lo que pasa es que el anterior Govern hizo esta aprobación de las ZEPA en el último momento de la legislatura y sin tener en cuenta a los municipios. No parece una propuesta muy realista.

Realista o no, el Govern ha cambiado, ahora está al frente Salvador Illa, también del PSC. ¿Eso significa que esta decisión se puede revertir?
Sí. Lo vamos a poner sobre la mesa. Hay que negociar para ver cómo pueden convivir la agricultura y las zonas naturales protegidas.

olga morales (Sentada en el centro, de blanco) durante la bienvenida instituacional que dio inicio a las jornadas IND+I 2025 de viladecans

La ampliación de las ZEPA está muy relacionada también con la hipotética ampliación del Aeropuerto de El Prat. Como alcaldesa de Viladecans, que tiene una parte de su término municipal dentro del recinto aeroportuario, ¿está a favor de la ampliación?
Son muy diversas las fuentes que aseguran que el aeropuerto está alcanzando sus límites de viajeros. La consellera Sílvia Paneque acaba de afirmar que Barcelona debe contar con un equipamiento aeroportuario potente, que ayude al desarrollo económico del país. Por nuestra parte, estamos a la espera de las propuestas para el desarrollo del Aeropuerto que vengan de la Comisión Técnica que constituyeron el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Generalitat. Cuando conozcamos el contenido, expresaremos nuestra opinión. Pero, evidentemente, desde Viladecans defenderemos nuestros intereses. Entendemos que la ampliación es un tema de interés nacional pero que debe conjugarse con los intereses del territorio.

El interés del territorio quiere decir la conservación del entorno natural...
Es imprescindible que el proyecto resultante de los estudios técnicos respete al máximo los espacios naturales.

Entiendo que el debate sobre el aeropuerto sigue ‘en el aire,’ y valga la metáfora. Pero no deja de ser una cuestión que excede las competencias municipales. Así que, volvemos a cuestiones más locales. Como el acceso a la vivienda. ¿También es un problema en Viladecans?
Estamos haciendo los deberes desde antes de que el acceso a la vivienda estuviera en la agenda política. El barrio de Llevant, con 2.800 viviendas (el 45% protegidas, tanto de compra como de alquiler), está en fase de construcción. Hay promociones acabadas, y que ya se han entregado. Y en el plazo de dos años o poco más estará todo el barrio finalizado.

Pero no se acaba aquí…
No. También desarrollaremos otras promociones en diferentes sectores de la ciudad en los próximos ocho o diez años. Eso nos sitúa en horizonte de 2035, con el objetivo de que todos los vecinos de Viladecans que quieran quedarse a vivir aquí tengan acceso a un piso. En nuestra oficina local de vivienda se han recibido más de 3.000 peticiones de pisos públicos, de las que 1.000 son de viladecanenses. Próximamente, aprobaremos un plan director de vivienda. Es un tema que nos ha preocupado y nos ha ocupado durante mucho tiempo.

¿Con el desarrollo urbanístico de la antigua factoría de Roca se alcanzará ese objetivo?
Sí. Cuando esté acabado todo este proceso tendremos entorno a 5.000 o 5.500 viviendas más.

Olga Morales con el President de la Generalitat, Salvador Illa

¿Serán suficientes?
Es una propuesta ambiciosa. No creo que muchos municipios puedan hacer tanta vivienda y que la mitad sea de protección. Esto es mérito de todos, del Ayuntamiento, del Instituto Metropolitano de Promoción de Suelo y Gestión Patrimonial (Impsol), del Institut Català del Sol (Incasol) y de la iniciativa privada. Es bueno que se mezcle lo público y lo privado, que los barrios sean mixtos.

Además de ‘verde’, Viladecans, ¿es también una ciudad segura?
Los hechos delictivos en la ciudad has descendido un 11%. Viladecans es una ciudad segura, aunque otras fuerzas políticas del municipio se empeñen en decir lo contrario. Los datos están ahí. Se ha invertido en mejoras en la policía local, con la incorporación de elementos tecnológicos, y se han puesto en marcha una unidad de convivencia y una unidad canina para atender las necesidades de la ciudadanía. En temas de seguridad, gozamos de buena salud.

¿Tiene claro si se va a presentar a la reelección como alcaldesa?
Queda mucho tiempo todavía, pero esa es mi intención. Los periodos electorales son por cuatro años y en 2027 hay que rendir cuentas de los compromisos adquiridos, pero los proyectos son a más largo plazo. Heredo una definición de lo que es Viladecans orientada al 2030 que sigue vigente. Tenemos un proyecto de ciudad que marca hacia dónde queremos ir. Se trata de ir implementándolo año a año, adaptándonos al momento. Al final, mi apuesta es por una política de proximidad, que mejore los servicios, que genere oportunidades. En definitiva. Se trata de que nuestros vecinos vivan cada vez mejor en Viladecans. III

“Sin la complicidad ciudadana es difícil implantar políticas medioambientales”

Viladecans tiene el honor de ser la ciudad Green Leaf 2025, una capital verde europea.
Sí, el galardón es un reconocimiento a todas las políticas de lucha contra el cambio climático, de sostenibilidad, de naturalización de la ciudad, de transporte, de uso de la bicicleta como medio alternativo o el cambio en el sistema de recogida de residuos, que se han impulsado desde el Ayuntamiento. Y es importante destacar que todas tienen como elemento diferenciador la complicidad ciudadana.

Con el cambio del sistema de recogida de residuos no está todo el mundo de acuerdo.
Este es un tema que siempre genera controversia. Se intenta aumentar el porcentaje de reciclaje y creemos que ésta puede ser una buena fórmula, pero también con la convicción de que si es un modelo que no funciona buscaremos alternativas.

Da la sensación de que se están poniendo las prioridades medioambientales por encima de las prioridades de las personas...
No. Ambas están relacionadas. Las personas hemos de generar cambios para que el medio ambiente cambie. De ahí la importancia de ir acompañados de la ciudadanía. Desde el Ayuntamiento podemos impulsar muchas políticas públicas en este sentido, pero si no contamos con la complicidad ciudadana, difícilmente se podrán implantar

El resto de proyectos medioambientales municipales han tenido mejor acogida.
Sí. Somos pioneros en la implantación de nuevas tecnologías, de energías renovables y de otras medidas ambientales. Vamos a seguir por el mismo camino. Ahora estamos haciendo un mapa solar porque creemos que en Viladecans se podrían poner hasta 200.000 placas fotovoltaicas para autoconsumo y generar energía que se pueda trasladar, para lo que estamos trabajamos con las compañías energéticas que a veces no nos lo ponen fácil del todo.

¿Y habrá suficiente producción de energía solar como para dar cobertura a toda la ciudad?
Sí. El objetivo es que 100% de la electricidad que necesitan las viviendas y los equipamientos municipales dotados de placas fotovoltaicas proceda del autoconsumo de energía solar. Y que el excedente que se pudiera generar se canalizara hacia las familias en situación de vulnerabilidad y que no dispongan de acceso a la red solar. El objetivo es cubrir también con la producción solar propia el 50% del consumo industrial.

¿El objetivo es factible?

Sí. En 2030 se pretende que Viladecans sea una ciudad neutra en emisiones de carbono y negativa en 2050. Podemos decir, utilizando un símil que se hace en educación, que se progresa adecuadamente.

Otro reto ‘verde’, la declaración de Viladecans 3-30-300 (que se puedan ver tres árboles desde cada domicilio de la ciudad, que el municipio tenga al menos un 30% de masa arbórea y que haya un espacio verde a menos de 300 metros de cada hogar) es factible?

Vamos a trabajar para que lo sea. Se está haciendo un importante esfuerzo como, por ejemplo, con el proyecto Viu Verd con el que vamos a plantar 1.700 árboles en una franja que se extiende desde la C-245 hasta Can Palmer y la zona boscosa. En total, en 2025, vamos a plantar unos 2.500 árboles en toda la ciudad.

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