En un paso decisivo hacia la transformación ecológica, Viladecans ha firmado eeste pasado lunes 14 de julio el Acuerdo Climático de Ciudad, uniéndose así al exclusivo grupo de las 100 ciudades piloto de la Unión Europea que trabajan para alcanzar la neutralidad climática en 2030. La rúbrica del acuerdo se produjo en Santander, en el marco de la cuarta edición del curso de verano de la plataforma CitiES 2030, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
El acto ha estado presidido por Jordi Mazón, teniente de alcaldía de Movilidad, Limpieza y Recogida de Residuos y coordinador de la Misión Clima de Viladecans. Con esta firma, la ciudad ha dado un paso clave para ser reconocida oficialmente como una “ciudad misión” por la Comisión Europea, junto con otras grandes capitales como Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Vitoria-Gasteiz y Valladolid. Pero con una gran diferencia: Viladecans sería la primera ciudad española del grupo que no es capital de provincia ni de región metropolitana y, además, la más pequeña de todas en términos de población.
La firma del acuerdo llega tras casi tres años de trabajo conjunto entre el Ayuntamiento de Viladecans y CitiES 2030, siguiendo una metodología de colaboración basada en la “cuádruple hélice”, que implica a la ciudadanía, el sector privado, el ámbito académico y la administración pública. “Más que un compromiso político, este pacto es una herramienta estratégica clave para acelerar la descarbonización de la ciudad”, ha firmado Jordi Mazón durante su intervención.
Mazón ha subrayado también que “pertenecer a la comunidad de Ciudades Misión será un reconocimiento y una oportunidad. Nos uniremos a las grandes capitales para afrontar este desafío compartido, convencidos de que solo a través de la cooperación, el aprendizaje mutuo y la implicación de todos los agentes podremos alcanzar los objetivos climáticos”.
Esta ambición climática se enmarca dentro de la Estrategia Viladecans 2030, cuyo objetivo es lograr la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030 y alcanzar emisiones negativas en 2050. Actualmente, más de 30 organizaciones locales colaboran activamente en la llamada “Misión Clima”.
Este hito coincide con un año especialmente significativo para la ciudad: en 2025, Viladecans ostenta el título de Capital Verde Europea Green Leaf, una distinción otorgada por la Comisión Europea que reconoce a los municipios de entre 20.000 y 100.000 habitantes con una fuerte apuesta por la sostenibilidad urbana. El premio valora siete indicadores medioambientales —calidad del aire y del agua, biodiversidad, zonas verdes y uso sostenible del suelo, residuos y economía circular, ruido, y adaptación y mitigación del cambio climático—, así como la visión estratégica, la gobernanza y la capacidad comunicativa de las ciudades premiadas.
Con este doble impulso —la capitalidad verde y la adhesión al Acuerdo Climático de Ciudad—, Viladecans se posiciona como un ejemplo a seguir en la lucha contra el cambio climático, demostrando que las pequeñas ciudades también pueden liderar las grandes transformaciones globales si se lo proponen.