Más que un balance frío, los últimos datos del Idescat -que recogemos en nuestro reportaje de portada- nos ofrecen un retrato vivo del Baix: 848.827 habitantes (a los que hay que sumar los 282.299 de L’Hospitalet) que convierten la comarca en la tercera más densa de Cataluña; una población muy heterogenea, envejecida (casi 160.000 personas tienen 65 años o más, es decir, un 18,8% del total) pero vital, porque la base laboral es sólida, con un 67% de la población en edad de trabajar. y una estructura económica que sigue batiéndose el cobre.Este 2025, es sin duda un año que merece ser repasado, leído, interpretado y comprendido para poder vislumbrar hacia dónde se encamina una tierra siempre noticiable.
La foto fija del Baix y L’Hospitalet con su más de un millón de vecinos es justo lo contrario: altamente dinámica. Como trazos singulares, la comarca mantiene una ligera mayoría femenina —con unas diferencias particularmente marcadas a partir de los 85 años— y una diversidad cultural que sigue creciendo: un 12,4% de población extranjera, procedente de más de 45 países distintos, con Marruecos, Colombia e Italia entre los más representados. Una consecuencia directa de la transformación demográfica, económica y cultural que ha acelerado en los últimos años.
En el ámbito productivo, 2025 confirma la fortaleza del tejido industrial. La metalurgia, la maquinaria y el material eléctrico y de transporte generan más del 60% del valor añadido bruto del sector, situando nuevamente al Baix como líder industrial y logístico de Cataluña, con empresas tractoras como SEAT. Pero esta potencia industrial no se traduce de manera simétrica en mayor capacidad económica: la renta media por persona, de 17.726 euros, apenas supera la media catalana. Ciudades como Sant Just Desvern, Begues o Collbató copan la parte alta del ránking, mientras que Martorell o Sant Vicenç dels Horts ocupan las posiciones más modestas.
En paralelo, los datos laborales muestran una evolución compleja. El mes de octubre registraba 32.517 personas en paro, con incrementos especialmente visibles en sectores como las tecnologías de la información o los servicios domésticos. A pesar de esta subida, la afiliación a la Seguridad Social continúa creciendo: 373.519 afiliaciones, un 13% más que antes de la pandemia. La comarca suma más de 10.000 nuevos puestos de trabajo respecto al año anterior, confirmando una recuperación sólida pero irregular.
El turismo comarcal ha consolidado su sello propio. El visitante tipo —hombre, español o europeo, de 42 años— pasa 4,47 noches en el territorio y gasta una media de 881 euros, principalmente en alojamiento, transporte y ocio. Castelldefels, la Cripta Gaudí o las Coves de Montserrat continúan siendo puntos de atracción destacados. El aterrizaje de viajeros crece a buen ritmo, de la mano de la actividad empresarial y el ocio de proximidad.
Más allá de los números, este 2025 ha estado marcado por hitos significativos en el territorio. Como muestra un botón: la inauguración de nuevos tramos de carril bici intermunicipal, la consolidación de proyectos de innovación vinculados a la movilidad eléctrica, la apertura de centros educativos y sanitarios, lo que configura un paisaje de optimismo prudente. En L’Hospitalet, 2025 ha sido el año de la aceleración del Distrito Cultural, del arranque del plan de regeneración del Samontà, vinculado al desarrollo del Biopol y al soterramiento de la Granvia. En el Baix, Gavà, Sant Boi, Viladecans, Esplugues, Sant Joan Despí o Cornellà han avanzado en proyectos de sostenibilidad, vivienda asequible y equipamientos. Todo ello en un contexto de intensa presión demográfica y movilidad metropolitana, que obliga a pensar en estrategias comunes y no únicamente locales.
Así llegamos a diciembre con la sensación de haber vivido un año intenso, Y es precisamente ahí, a las puertas de la Navidad, donde las palabras de nuestra periodista Ana Ruiz (plasmadas en un artículo de esta edición) cobran relevancia. Ruiz recuerda que todos los engranajes de la sociedad (política, economía, empresas, medios) al menos una vez son capaces de trabajar juntos para construir “esa hermosa mentira” que permite que los más pequeños vivan estas fiestas con ilusión y que los adultos recuperemos unos días la capacidad de soñar. Lo que demuestra que querer es poder.
Con este espíritu vamos a despedir el año: con la convicción de que en 2026 seguiremos dispuestos a continuar construyendo un Baix Llobregat y un L’Hospitalet más prósperos, justos y humanos. Feliz Navidad a todos nuestros lectores. Disfruten de estos días sin prisa, con aquellos a quienes quieren y con esa mirada limpia de los niños que fuimos y que, en realidad, seguimos siendo. III