El Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat ha iniciado la construcción del primer pozo de agua freática del municipio, una actuación que permitirá dotar a la ciudad de una red alternativa para el riego de calles, contenedores y el mantenimiento del alcantarillado, sin necesidad de emplear agua potable. El proyecto incluye tanto la perforación del pozo —de 40 metros de profundidad— como la instalación de una red de distribución asociada. La inversión total asciende a 800.000 euros y se prevé que las obras tengan una duración aproximada de un año.
Una vez en funcionamiento, la red permitirá ahorrar hasta 60 millones de litros anuales de agua potable, una cantidad equivalente al consumo doméstico de 530 familias. Este ahorro se destinará a garantizar el suministro para el consumo humano, al tiempo que se reduce el impacto ambiental de los servicios municipales. El pozo se está construyendo en el polígono industrial de Salines, y en una primera fase abastecerá exclusivamente a esa zona. Sin embargo, el consistorio ya estudia futuras ampliaciones de la red, con nuevas perforaciones previstas, por ejemplo, en el Parc de Marianao.
La creación de esta infraestructura forma parte de una estrategia municipal más amplia orientada a mejorar la resiliencia de la ciudad frente al cambio climático y la sequía. En los últimos meses, Sant Boi ha recurrido puntualmente a un pozo antiguo y al uso de agua regenerada procedente de la Estación de Regeneración de Aguas (ERA) del Prat, que se transportaba en camiones cisterna. Con la nueva red, el municipio podrá distribuir tanto agua freática como agua regenerada mediante una doble conducción, optimizando recursos y garantizando un uso eficiente.
A esta iniciativa se suma un sistema piloto de detección de fugas, ya en funcionamiento en la red municipal. Se trata de una solución innovadora basada en el uso de fibra óptica, capaz de identificar microfugas de agua en las tuberías antes de que se agraven. Esta tecnología permite una reparación más precisa y rápida, y representa otro paso hacia una gestión más inteligente del agua urbana.
Con estas medidas, Sant Boi avanza hacia un modelo de ciudad más autosuficiente, sostenible y preparada para los desafíos climáticos del futuro. La red de agua freática será un pilar clave para lograr un equilibrio entre desarrollo urbano, eficiencia energética y preservación de los recursos naturales.