www.elllobregat.com

Opiniones sobre la reforma laboral y sus consequencias (I)

miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Quizá lo más triste de la reforma laboral es que ya ha traído las primeras consecuencias para nuestra ciudad. Dentro de pocos días tendremos que sumar 30 trabajadores de la multinacional Fercable-Prysmian, que cierra en Sant Vicenç dels Horts, a los 8.178 parados que actualmente engrosan las cifras de paro de Sant Boi.
Un drama social de consecuencias desastrosas que contrasta con los 324.000 inmigrantes más, según datos oficiales, que se han instalado dentro de nuestro país a cierre de 2011, dejando en evidencia aquellos que argumentaban que con la crisis descendería su número. Desde Plataforma per Catalunya (PxC) no entendemos como se siguen abriendo las puertas, mientras nuestro paro escala a cifras record, con previsiones de hasta el 25% durante 2012. Pero lo cierto es que mientras importamos personas de baja cualificación y dudosa integración, 60.000 jóvenes de la generación mejor formada de nuestra historia se han trasladado durante el último año a otros países europeos en busca de un trabajo que se adapte a sus estudios. Un país que ha destruido nuestro tejido productivo, así como el estado de bienestar que tantas generaciones costó consolidar y que hoy se encuentra a merced del proceso de globalización de la economía, donde el llamado primer mundo vive a merced de los intereses del invisible mercado, que fabrica precariedad y inestabilidad para afianzar su política en connivencia con las principales fuerzas políticas PSC+CiU+PP, donde la economía solo está al servicio de las multinacionales y no de las personas.

Creo que esta no es la reforma laboral que necesitamos. No somos ni Alemania, ni Francia, ni tampoco Reino Unido para plantear sus fórmulas, de hecho Rajoy ha intentado mitigar las críticas de Burselas copiando el modelo Alemán para contentar a Merkel. Rajoy también sabe que las cúpulas sindicales viven su peor momento, sueldos de 180.000 €, coches oficiales o los relojes de colección de 6.000 € de Cándido Méndez (UGT) hacen que pocos trabajadores confíen en el monopolio de las cúpulas sindicales, y más después de ver su nula actuación delante de los recortes que sufrieron las pensiones o los trabajadores públicos con el gobierno del PSOE, al final entienden que sirven a intereses políticos y no laborales.

Si algo ha de relanzar nuestra economía es la Pequeña y Mediana Empresa (PYME), donde la reforma no aborda sus principales problemas, que tiene que ver con los costes extrasalariales (cotizaciones), las cargas administrativas, la fiscalidad o los costes de los insumos. También se equivoca cuando mantiene la cantidad de contratos temporales (ahora habrá uno más) que empobrece a la propia empresa y a los trabajadores, porque cuando uno tiene mano de obra de usar y tirar a través de la temporalidad sacrifica la formación y la fidelidad laboral. El próximo mes, si el espacio lo permite, continuaré con este análisis de la reforma laboral. ||
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (11)    No(3)

+
0 comentarios