El socialismo catalán se quitó la corbata este fin de semana para celebrar, en Gavà, la ya habitual Fiesta de la Rosa, la más importante del partido.
El tradicional encuentro contó con la participación del nuevo –y cada vez más mediático- líder del PSOE, Pedro Sánchez, que quiso acompañar a su homólogo catalán (también de estreno en el cargo), Miquel Iceta en esta fiesta que este año cumplía su vigésimo quinta edición.
Como no podía ser de otra manera, la reciente aprobación de la Ley de Consultas en el Parlament de Catalunya (con los votos también favorables de la bancada de Iceta) y el contexto soberanista marcó el discurso de Sánchez que volvió a destacar el vínculo histórico entre Cataluña y España para pedir una reforma constitucional que recoja la vía federal, la mejor opción según los socialistas. “No se puede entender Cataluña sin España, ni España sin Cataluña […] Se ha defendido la libertad con la sangre de andaluces y extremeños y se han levantado fábricas con el sudor de castellanos, manchegos y gallegos”, recordó Sánchez en clara alusión al ‘president’ de la Generalitat, Artur Mas.
Más crítico se mostró el líder socialista catalán que tachó de "insensato" a Artur Mas y de "cobarde" a Rajoy, a quienes les pidió diálogo. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, defendió la nueva Ley de Consultas, pero no para cuestiones soberanistas. “Mas la quiere utilizar para hacer un referéndum. Y es como si con el carné de conducir, quieres pilotar un avión”, expresaba Iceta ante la gran masa socialista. Además, Iceta reclamó reabrir el debate de la ‘justicia social’, silenciado desde el nuevo rumbo que ha tomado la política catalana.
La gran Fiesta de la Rosa, celebrada en Gavà, contó con la primera línea política tanto del socialismo catalán como español: la viceprimera secretaria del partido, Núria Parlón; el primer secretario del PSC en el Baix Llobregat, Antoni Poveda; los principales alcaldes socialistas de la comarca (Núria Marín, Antoni Balmón, Carles Ruiz, Lluïsa Moret…); además de históricos del partido como José Montilla o Carmen Chacón quisieron hacer piña en esta nueva etapa de los socialistas.